Las intervenciones antiestrés domésticas benefician a los pacientes con demencia

Actualizado: miércoles, 1 septiembre 2010 10:52

MADRID, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -

Una intervención dirigida a reducir el estrés en el hogar de los pacientes con demencia beneficia tanto a estos pacientes como a sus cuidadores, según un estudio realizado por la Universidad Thomas Jefferson, de Philadelphia (Estados Unidos), publicado el 1 de septiembre en 'JAMA'.

Más de cinco millones de personas sufren demencia en Estados Unidos. La mayoría vive en sus casas y son cuidados por sus familias. Con la progresión de esta enfermedad, estos familiares tienen que aumentar su tiempo de asistencia al paciente y compatibilizar esta actividad con su vida diaria, lo que en la mayoría de los casos les genera una carga añadida de estrés.

Según los autores de este estudio, "los ensayos con fármacos para la demencia sólo muestran algunos beneficios para las funciones físicas o en la carga de trabajo que soportan sus cuidadores, pero con sustanciales efectos adversos". Además, añaden, "el tratamiento óptimo para posponer el declive funcional de los pacientes con demencia no está establecido".

El equipo dirigido por Laura N. Gitlin, de la Universidad Thomas Jefferson, diseñó el ensayo 'Cuidados para las Personas con Demencia en sus Entornos' (COPE, por sus siglas en inglés) para probar una aproximación bioconductual, no farmacológica, para mantener las funciones físicas y la calidad de vida de los pacientes con demencia y el bienestar de sus cuidadores.

"El Programa COPE se dirigió a factores modificables del entorno que aumentaban el estrés para reducir las demandas sensoriales, físicas y cognitivas y potenciar las capacidades del paciente, excluyendo las condiciones médicas que pueden llevar a reducir la funcionalidad de los pacientes", explican.

"La intervención tenía como objetivo 'reenganchar' a los pacientes a sus actividades diarias e incrementar su funcionalidad, aliviando también así la carga de trabajo que soportaban sus cuidadores", añadieron los autores.

El ensayo incluyó pacientes con demencia y cuidadores que trabajaban por parejas, reclutados entre marzo de 2006 y junio de 2008. De las 284 parejas de cuidadores estudiadas, 270 (95%) reunieron los requisitos para ser elegidos y 237 (88%) fueron randomizados. Así, los datos se extrajeron de 209 parejas (88%) en cuatro meses y de 173 (73%) en nueve meses.

La intervención consistió en mantener 12 contactos telefónicos o en casa durante cuatro meses a través de profesionales de la salud, que evaluaron las capacidades de los pacientes y sus déficit; obtuvieron muestras de orina sangre, y entrenaron a las familias en el hogar para mantener la seguridad, simplificar las tareas y reducir el estrés. El grupo de control de los cuidadores recibió tres llamadas telefónicas y material didáctico.

Descubrieron mejoras estadísticamente significativas en la dependencia funcional de los pacientes que siguieron el COPE a los cuatro meses, comparados con los pacientes del grupo de control. Las mejoras se dieron, sobre todo, en actividades instrumentales de la vida diaria.

MÁS TIEMPO, MÁS BENEFICIOS PARA LOS CUIDADORES

Los cuidadores del Programa COPE, comparados con los cuidadores del grupo de control, registraron mejoras en su bienestar y aumentaron la confianza en si mismos. De los 112 cuidadores (53,8%) con uno o más problemas identificados y eliminados en cuatro meses, 64 (62,7%) eran cuidadores del COPE y 48 (44,9%) cuidadores del grupo de control.

No se hallaron diferencias estadísticamente significativas entre el grupo COPE y el de control a los nueve meses como resultado de ninguna medida.

Sin embargo, puntualizaron, "los cuidadores del COPE, comparados con los cuidadores del grupo de control, registraron una gran cantidad de mejoras en sus vidas en general, en la comprensión de la enfermedad y en la seguridad respecto al manejo de las situaciones".

"Además, les hizo la vida más fácil, aumentó su habilidad para cuidar a los pacientes, la calidad de vida de los pacientes y la habilidad para mantenerlos en casa", añaden.

"Debido a que la mayoría de los pacientes viven en sus casas con problemas de declive funcional, una intervención no farmacológica biopsicosocial sobre el entorno pueden contribuir al manejo de la enfermedad", concluyen.