Intensivistas recogen cuáles son las claves para prevenir y tratar el delirium en pacientes con COVID-19

Archivo - 14 January 2022, US, Coon Rapids: A nurse brings a COVID-19 patient into the ICU from another floor of the hospital at Mercy Hospital in Coon Rapids. Photo: -/Minneapolis Star Tribune/TNS via ZUMA Press Wire/dpa
Archivo - 14 January 2022, US, Coon Rapids: A nurse brings a COVID-19 patient into the ICU from another floor of the hospital at Mercy Hospital in Coon Rapids. Photo: -/Minneapolis Star Tribune/TNS via ZUMA Press Wire/dpa - -/Minneapolis Star Tribune/TNS v / DPA - Archivo
Publicado: miércoles, 23 febrero 2022 13:49

MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

Intensivistas del Grupo de Trabajo de Sedación, Analgesia y Delirium de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) han recogido cuáles son las claves para prevenir y tratar el delirium en pacientes con COVID-19.

El delirium es un cuadro clínico agudo y fluctuante cuya característica principal es la falta de atención, acompañada de pensamiento desorganizado y de una alteración del nivel de consciencia. Su prevalencia en los pacientes que ingresan en las Unidades de Cuidados Intensivos es extremadamente variable, pero se ha incrementado desde que comenzara la pandemia por COVID-19. Según diferentes estudios internacionales, hasta un 80 por ciento de los pacientes críticos con ventilación mecánica sufrieron delirium.

El tipo de delirium predominante en estos pacientes ha sido el hiperactivo, caracterizado por un estado de agitación inusual al retirar fármacos sedantes, difícil de controlar y, en ocasiones, con graves repercusiones tales como autoextubaciones. Así, se vuelve fundamental trazar protocolos para el tratamiento y prevención del delirium, como los que han recogido estos investigadores en el artículo 'Delirium y COVID-19. Aspectos prácticos de una frecuente asociación', en prepublicación por la revista Medicina Intensiva.

La causa de mayor prevalencia de delirium en pacientes COVID-19 se debe a la confluencia de factores clásicamente asociados al desarrollo de este con otros aspectos como son el dolor, el miedo, la ansiedad, el aislamiento familiar, la privación de sueño y la inmovilización prolongada. A todo ello se suma, además, la afectación del sistema nervioso central que provoca el SARS-CoV-2, bien por daño neuronal directo o bien por mecanismos inmunológicos.

"Estos pacientes deben ser considerados como población de alto riesgo de delirium, lo que obliga a la implementación, desde fases tempranas, de medidas destinadas a su identificación, prevención y tratamiento", explican las intensivistas en el artículo.

Elaborado por las doctoras Carola Giménez-Esparza (Hosp. de la Vega Baja - Orihuela), Sara Alcántara (Hosp. Univ. Puerta de Hierro - Majadahonda) y Manuela García (Hosp. Univ. Virgen de la Macarena - Sevilla), expone un paquete de medidas no farmacológicas para su prevención y tratamiento.

Entre ellas, priorizar la analgesia sobre la sedación, la movilización y rehabilitación precoz, el ajuste de los parámetros de ventilación mecánica o el apoyo psicológico: "No existe ningún tratamiento que haya demostrado su utilidad en la prevención del delirium en pacientes afectados por el SARS-COV-2, por lo que la implementación de estas medidas generales puede resultar eficaz".

Además, destacan evitar el aislamiento, facilitar la comunicación de los pacientes y el acompañamiento familiar como unas de las medidas más importantes para prevenir el delirium y favorecer la recuperación de los pacientes.

Respecto a las medidas farmacológicas, las doctoras recomiendan una estrategia diferente según el tipo de delirium que presente el paciente, siempre prevaleciendo que favorezca el descanso nocturno.

Las intensivistas consideran que implementar medidas clásicas para disminuir el delirium en pacientes COVID-19 con ventilación mecánica es dificultoso, debido a barreras como la sedación profunda, la dispersión de pacientes y las limitaciones de visitas familiares, entre otros.

Por ello, consideran necesario adaptar estas medidas e incorporar otras nuevas como ajustar el respirador al paciente y no el paciente al respirador para evitar asincronías, o no presuponer que todos los pacientes con ventilación mecánica necesitan sedación profunda y bloqueo neuromuscular continuado. "Hay que evitar ambas, en la medida de lo posible", resaltan, entre otras medidas.