MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
La prevalencia de la insuficiencia cardiaca en España es del 1% entre los mayores de 40 años y del 10% en los mayores de 70 años, ya que "la incidencia de esta dolencia se duplica por cada decenio de vida, por lo que se prevé que ésta aumente considerablemente en el futuro, debido al envejecimiento de la población", explica Vicente Palomo, médico general miembro del grupo de trabajo de Cardiovascular de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG). De hecho, es la causa de 80.000 ingresos hospitalarios al año.
La mayor supervivencia de los pacientes infartados y de los que padecen otras enfermedades cardiovasculares también es una de las causas por las que los enfermos crónicos con insuficiencia cardiaca son cada vez más. Así, Vicente Palomo describe una situación en la que "los hospitales no podrán asumir el volumen de ingresos por esta causa y los médicos de Atención Primaria tendrán que hacerse cargo de estos enfermos, reforzando, especialmente, la atención domiciliaria", anuncia. Actualmente, la insuficiencia cardiaca representa el 2% del gasto sanitario.
Entre todos estos datos, destaca que, tras un diagnóstico de insuficiencia cardiaca, el pronóstico es igual al de un cáncer: "el 59% de estos enfermos no sobrevive más de dos años", anuncia el doctor, a lo que añade que "la insuficiencia cardiaca es la primera causa de hospitalización entre los mayores de 65 años". Sin embargo, la edad no es el único factor de riesgo: "los hipertensos tienen el doble de probabilidades de tener insuficiencia cardiaca respecto al resto de la población y los postinfartados presentan esta patología en una proporción cinco veces superior a los que nunca han sufrido un infarto", asegura Vicente Palomo.
En nuestro país, 7,7 mujeres por cada 1.000 padece esta alteración, mientras la incidencia entre los hombres es ligeramente más baja, de 7,4 por cada 1.000 hombres, "debido a que la esperanza de vida de la mujer es mayor", apunta Vicente Palomo. Así, en la franja de edad que va de los 80 a los 89 años, encontramos 79 españolas con insuficiencia cardiaca por cada 1.000 mujeres, frente a los 66 varones por cada 1.000, "a pesar de que las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en el sexo masculino", advierte el grupo de trabajo de Cardiovascular de la SEMG.
La insuficiencia cardiaca es un trastorno en el que el corazón pierde parte de su capacidad de bombeo de la sangre, así que no es lo mismo que un paro cardiaco, donde este órgano deja de latir. Además, la insuficiencia cardiaca es una alteración crónica, aunque en ocasiones aparece de forma súbita, y puede a afectar tanto al lado derecho del corazón como al izquierdo, o a ambos a la vez.
A consecuencia de esta menor eficiencia en el bombeo de la sangre, algunos órganos del cuerpo no reciben suficiente oxígeno y otros nutrientes, lo que puede ocasionar daños importantes, sobre todo en hígado, tracto gastrointestinal y pulmones.
Las causas más habituales de una insuficiencia cardiaca son hipertensión o enfermedad de la arteria coronaria, como, por ejemplo, un ataque cardiaco. Otros factores de riesgo son la edad, la obesidad, el tabaquismo, la excesiva ingesta de alcohol y la diabetes.
Los principales síntomas son aumento de peso; inflamación de pies, tobillo y abdomen; venas del cuello pronunciadas; pérdida de apetito o indigestión, con náuseas y vómitos; dificultad para respirar y dormir; fatiga, debilidad, desmayos; palpitaciones y pulso irregular o rápido; disminución del estado de alerta o de la concentración; menor producción de orina, pero con necesidad de orinar durante la noche, y tos.