MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Salud Carlos III de Madrid ha caracterizado una proteína capaz de eliminar las células malignas de los glioblastomas en un estudio realizado en colaboración con Médicos de la Unidad de Neurooncología de Hospital Universitario 12 de Octubre de la capital.
De esta forma, los hallazgos de este trabajo publicado en la revista especializada 'Journal of Clinical Investigation' abren "nuevas esperanzas" en el tratamiento de los gliomas, indican. Éstos son el tumor cerebral "más agresivo y mortal", señalan.
Los gliomas "representan alrededor del 60 por ciento de las neoplasias que afectan al cerebro", suponiendo éstas "tan sólo el 2 por ciento de todos los tumores primarios", sostienen. Sin embargo, las neoplasias cerebrales conllevan "un 7 por ciento de las muertes por cáncer", subrayan.
SE INHIBE LA PROTEÍNA DYRK1A PARA EVITAR EL FUNCIONAMIENTO DE LA EFGR
Ahondando en las conclusiones obtenidas con este trabajo, liderado éste por la miembro de la Unidad Funcional de Investigación de Enfermedades Crónicas del Instituto de Salud Carlos III, la doctora Pilar Sánchez, se expone que la inhibición de la proteína DYRK1A, la cual está implicada en el sistema nervioso central, "evita el funcionamiento de otra proteína que se expresa en la superficie celular, la EGFR".
Ésta es la responsable del inicio y crecimiento del tumor en la mitad de los casos de glioblastomas "y la causante de que estos sean resistentes a la radioterapia", continúan. Así se ha hallado tras la utilización de muestras de tejidos de pacientes enriquecidas con células del tumor.
Tras ello, se ha comprobado, tanto 'in vitro', como 'in vivo', que la 'desconexión' de la proteína DYRK1A "impedía el crecimiento del glioblastoma". De esta forma, se posibilita una nueva vía de ataque, ya que los inhibidores utilizados hasta la fecha para neutralizar la EGFR "no habían dado resultado y la mayoría de afectados por glioblastomas no responden a los tratamientos".
Por último, la doctora Sánchez añade que estos resultados "también podrían tener relevancia en otros tumores dependientes de la EGFR". Entre ellos se encuentran "los de pulmón y mamá", concluye.