MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por la Warwick Medical School de la Universidad de Warwick (Reino Unido) ha demostrado que los niveles de problemas de sueño en el mundo en desarrollo "se están acercando a los que se observan en los países desarrollados" al contabilizar ya 150 millones de personas en estas circunstancias en los países del tercer mundo.
De esta manera, este análisis realizado en naciones africanas y asiáticas, y que ha sido publicado en la revista 'Sleep', evidencia que el 16,6 por ciento de la población de estas zonas geográficas tienen trastornos del sueño graves. Así, se acercan a la tasa del 20 por ciento que mantienen los países desarrollados.
Esta conclusión se deriva de la encuesta realizada por este centro de estudios, en asociación con la Red INDEPTH de Ghana y la Universidad de Witwatersrand de Sudáfrica, a 24.434 mujeres y 19.501 hombres de 50 años o más. Éstos se han presentado voluntarios desde Ghana, Tanzania, Sudáfrica, India, Bangladesh, Vietnam, Indonesia y Kenia.
LA DEPRESIÓN Y LA ANSIEDAD SE RELACIONAN CON LOS PROBLEMAS DE SUEÑO
Por otra parte, el estudio recoge la posible relación existente entre el insomnio y la demografía social, la calidad de vida, la salud física y los trastornos psiquiátricos. De ellos, el vínculo más fuerte se ha manifestado en éstos últimos, mayoritariamente en la depresión y la ansiedad, los cuáles han sufrido un aumento en los últimos años.
No obstante, toda esta problemática se acentúa aún más en las mujeres y los ancianos. De cualquier forma, esta tendencia vuelve a asemejar la situación con la que se vive en los países con más ingresos, ya que ellos también presentan índices parecidos.
Para el autor principal de la investigación, el doctor Saverio Stranges, los países en subdesarrollo "tienen escasos recursos financieros para las enfermedades infecciosas como el VIH, pero además alcanzan una creciente tasa de enfermedades crónicas como las patologías cardiovasculares y el cáncer".
En este sentido, el experto asegura que el estudio demuestra que el insomnio será una nueva preocupación para estas naciones a partir de ahora. Así confirma que "los problemas de sueño no están vinculados a la urbanización".