VALENCIA 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los cirujanos cardíacos del Instituto Cardiovascular del Hospital General son los primeros del mundo en usar tejido humano de donantes (homoinjertos) para reparar la aorta, en caso de emergencia vital por rotura interna, según informó el centro hospitalario en un comunicado.
Con esta técnica de homoinjerto a corazón abierto, se ha confirmado que la mortalidad de los pacientes con esta patología ha descendido de un 33 a un 10 por ciento, lo que comporta que el 90% de los pacientes superan la intervención y ven acrecentada su esperanza de vida.
El trasplante de tejido aórtico ya se venía practicando en pacientes con patologías como endocarditis aórtica o aneurisma de aorta ascendente (dilatación de la aorta). No obstante, en el caso de una patología mucho más grave, como es la disección de aorta ascendente (rotura interna), que requiere intervención quirúrgica urgente, sólo se utilizaba hasta ahora el injerto de una prótesis sintética artificial.
Ahora, los cirujanos han confirmado que es posible resolver este problema con un trasplante de donantes, sustituyendo la porción con rotura de la aorta con un homoinjerto. Estos tejidos proceden del Banco de Tejidos de la Comunitat Valenciana donde se almacenan congelados en condiciones especiales. Para su utilización sólo hay que seguir un proceso de descongelación que dura unos 20 minutos.
Dado que la ruptura de la aorta es un problema que se presenta siempre como una "emergencia vital", los cirujanos cardiacos del General tienen un protocolo preparado para solicitar "con carácter de urgencia" el tejido aórtico trasplantable, que se recibe en el quirófano "en escasos minutos", dada la proximidad física entre el Banco de tejidos y el bloque quirúrgico para patologías cardiacas del Hospital General.
El jefe de sección del Servicio de Cirugía Cardíaca y primer cirujano en aplicar esta técnica, Fernando Hornero, destacó que los pacientes evolucionan mejor en el postoperatorio inmediato por dos razones. La primera, es que la cirugía acorta el tiempo de parada circulatoria y la duración de la intervención, al ser más sencillo suturar el tejido humano del donante que las prótesis. La segunda es que se produce una menor pérdida de sangre, porque el homoinjerto se adapta mejor que la prótesis.
Esta intervención puede durar entre 3 y 8 horas, a corazón abierto, utilizando circulación de sangre extracorpórea, con gran consumo de hemoderivados. En el caso de aplicación de prótesis, este tiempo se prolonga mucho más.
La consecuencia de estas dos ventajas es que los pacientes, que sufren esta emergencia vital, están menos tiempo en la unidad de Cuidados Intensivos y en su conjunto la recuperación es "mucho mejor".
La nueva técnica aplicada a casos con emergencia vital por rotura de aorta interna ya se aplica como procedimiento normalizado por el resto de miembros cirujanos del Instituto Cardiovascular, que dirige Juan Martínez-León.
De sus resultados tan favorables no existe todavía ninguna reseña en la bibliografía internacional y serán presentados por primera vez en el mundo, a través de un trabajo que se leerá en la próxima reunión de expertos, promovida por la Asociación Americana de Cirugía Cardio-torácica, donde ha sido aceptado por el grupo de expertos que seleccionan las novedades de mayor interés.