La ingesta moderada de bebidas alcohólicas fermentadas previene la osteoporosis masculina, según expertos

Actualizado: lunes, 3 noviembre 2008 12:15

MÉRIDA, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

La ingesta moderada de bebidas alcohólicas fermentadas como el vino o la cerveza pueden ayudar a prevenir y tratar la osteoporosis en los hombres, según se desprende de la tesis doctoral del médico Luis González, dirigida por los profesores del departamento de Enfermería de la Universidad de Extremadura (UEx) Juan Diego Pedrera y María Victoria González.

Dicha tesis, titulada 'Estudio sobre Masa Ósea y Factores de Riesgo de Osteoporosis Masculina en el Área de Salud de Llerena Zafra', afirma que si bien el consumo excesivo de bebidas de este tipo es "perjudicial" para el organismo, consumir una copa de vino o una cerveza durante las comidas puede contribuir a la "mineralización del hueso".

Este trabajo, que obtuvo la calificación de sobresaliente Cum Laude por unanimidad, se realizó en base a un estudio aplicado sobre una muestra de 250 individuos de 65 años, todos residentes en la zona del Área de Salud Llerena-Zafra (Badajoz), según explicó hoy la UEx en nota de prensa.

A los sujetos de esta investigación se les realizaron mediciones óseas, cuantificando variables tales como la edad, valores antropométricos, valores séricos hormonales y metabólicos, enfermedades y estilo de vida.

Asimismo, el estudio de González desveló que mientras que en las mujeres la llegada de la menopausia provoca un déficit hormonal que en muchas ocasiones desencadena un deterioro "brusco" de masa y tejido óseo, el proceso de pérdida de calcio en los hombres se produce de forma progresiva y en más de la mitad de los casos es posible identificar las causas y prescribir un tratamiento.

Pese a ello, el 20 por ciento de las personas que padece esta enfermedad metabólica son hombres de más de 60 años, es decir, de cada 10 personas diagnosticadas en consulta con esta patología, cuatro son varones.

La edad, la mala alimentación, la vida sedentaria, la obesidad, la talla baja, el consumo de tabaco o los elevados niveles de colesterol total en sangre son los factores que en mayor proporción pueden aumentar el riesgo de padecer esta dolencia esquelética.