MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El informe 'Puntuación de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) saludables', de la Alianza Global por el Clima y la Salud, advierte de que, a pocos meses de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), los gobiernos aún no están haciendo lo suficiente para incorporar la salud en sus compromisos climáticos, y revela brechas al respecto entre los países.
La 'Puntuación de NDC saludable', que clasifica el progreso de los países hacia la inclusión de la salud en los compromisos climáticos nacionales, camino a la COP 26, encuentra una amplia gama de puntuaciones logradas por países de ingresos bajos y medianos y países de ingresos altos. Por ejemplo, Costa Rica ha anotado 13 de los 15 puntos posibles, seguida de Laos y Senegal (12 puntos) y Argentina, Líbano, Papúa Nueva Guinea y Ruanda (11 puntos).
"Dado que los países que representan alrededor del 50 por ciento de las emisiones globales aún no han actualizado públicamente sus compromisos climáticos nacionales antes de la COP26, existe una gran oportunidad para que los gobiernos establezcan ambiciosos objetivos de reducción de emisiones, cosechen los beneficios para la salud de una acción climática bien considerada y para impulsar sus economías", ha expresado la directora ejecutiva de la Alianza Global por el Clima y la Salud, Jeni Miller. "Ya que las olas de calor y los incendios forestales tienen graves impactos en la salud, cualquier alternativa es arriesgarse a poner en peligro tanto a las personas como al planeta del que todos dependemos", ha agregado.
Varios países de altos ingresos como Australia, Nueva Zelanda, Islandia y Noruega obtuvieron cero puntos, mientras que la UE, que representa a 27 estados miembros, registró solo un punto. Estados Unidos, en cambio, obtuvo seis puntos, mientras que el Reino Unido logró siete de los quince posibles.
Si hay datos disponibles, la puntuación también destaca si el compromiso de reducción de emisiones de los países está en camino de cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a muy por debajo de 2C, e idealmente a 1,5C.
Algunos países, si bien obtienen una puntuación alta para la inclusión de la salud en sus NDC, carecen de ambición climática en general. Argentina, por ejemplo, ha alineado sus planes con 3C de calentamiento, lo que tendría graves implicaciones para la salud humana. De las NDC incluidas en esta ronda de puntuaciones, solo tres países (Costa Rica, Kenia y Nepal) están alineados con 2C, y ninguno se alineó con 1,5C.
"Hacer compromisos climáticos que limiten la tierra a 1,5C de calentamiento, en línea con el Acuerdo de París, es crucial para la protección de la salud", ha expresado Miller. "Aunque algunos países han incorporado la salud en sus compromisos climáticos, estableciendo vínculos claros entre el clima y la salud, muchos no alcanzan su parte justa de reducción de emisiones. En general, la ambición climática internacional sigue estando muy por debajo de lo que se necesita para proteger la salud", añade.
"Hacer declaraciones sobre la salud tiene poco efecto a menos que también se realicen esfuerzos concertados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que este será el factor más importante en la definición de la salud de las generaciones futuras, y no hacerlo será catastrófico para la salud humana", ha concluido Miller.
Con todo, si bien muchas de las 40 NDC analizadas para la puntuación, que representan a 66 países (incluida la UE 27), han incluido la salud en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), pocas brindan detalles sobre cómo protegerán la salud de sus ciudadanos de los impactos del cambio climático, y tampoco consideran cómo se podría financiar o cuáles serían los costes de no actuar, según advierten desde la Alianza Global por el Clima y la Salud.
"Los gobiernos que han omitido la salud de sus NDC, o cuyos objetivos de emisiones son inadecuados, deben actuar para poner la protección de la salud de sus ciudadanos al frente y al centro de sus políticas climáticas nacionales, o se arriesgan a desastres", ha expresado el analista de Políticas de la Global Climate and Health Alliance, Jess Beagley.
"Los países que aún no han presentado sus NDC deben incluir planes sustantivos para hacer frente a los impactos del cambio climático en la salud, y eso incluye cómo se financiarán estas medidas. Es necesario invertir tiempo, recursos y dinero en efectivo ahora en salud, para protegerse contra los impactos graves en la salud debido al daño ambiental", ha añadido.
"Lo que muestran las tarjetas de puntuación 'NDC Saludable' es que, en general, los países están lejos de donde deben estar en términos de incorporar la salud en la política climática", ha continuado Beagley. "Sin embargo, los países con la puntuación más alta ofrecen ejemplos listos de que esto se puede hacer, y deberían inspirar al resto a hacer lo mismo, para que puedan cosechar los beneficios para la salud de su población".