Su madre lo trasladó en su coche particular y tuvo dos paradas cardiacas y fue trasplantado de corazón
ZARAGOZA, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Aragón ha indemnizado con 240.000 euros a un menor aquejado de una insuficiencia cardiaca, por las secuelas sufridas al no ser trasladado en ambulancia de Zaragoza a Madrid, dónde debía someterse a una intervención quirúrgica.
El Gobierno de Aragón ha indicado a Europa Press que "se reconoció que hubo una negligencia", por lo que ha acordado dicha indemnización con la Asociación del Defensor del Paciente.
El menor, de 13 años de edad, sufría una cardiopatía congénita de nacimiento que era controlada en el Hospital Materno-Infantil del complejo sanitario Miguel Servet con dos consultas al año. La madre del niño solicitó al hospital que adelantaran la fecha de una consulta en verano de 2008, tras comprobar que su hijo se cansaba mucho.
Al ser examinado, los facultativos ingresaron al niño en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y tres días después le dieron el alta, indicándole que no debía comenzar el curso académico y que en septiembre le harían un cateterismo.
Pocos días después le hicieron una ecografía y una electrocardiograma, manifestándole que no le harían el cateterismo porque precisaba una intervención quirúrgica mucho más complicada. Por este motivo, el doctor indicó a la madre que debían desplazarse hasta el Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Sin embargo, el facultativo no ordenó el traslado en ambulancia, por lo que debieron realizar el viaje en su vehículo particular y a su llegada a Madrid el joven tuvo dos paradas cardíacas.
Los facultativos del Hospital Gregorio Marañón indicaron que la insuficiencia cardiaca era muy grave, que la tenía instaurada desde hacía mucho tiempo, que había empeorado mucho en el viaje y que sólo se podía hacer un trasplante de corazón para salvarle la vida. Igualmente, dijeron que haberlo trasladado sin ambulancia era ilógico pues podía haber fallecido.
Una vez operado del corazón, le diagnosticaron lesiones cerebrales por la hipoxia, falta de oxígeno, todo ello debido al estado en el que llegó a Madrid, por lo avanzado de su enfermedad y a que el traslado no se realizó en ambulancia, según afirma la asociación.
La Inspección Médica del Gobierno de Aragón ha determinado que "no fue correcto" remitir al paciente en medios ordinarios de transporte, máxime dada la situación de salud del paciente que hubiera precisado, como mínimo, una ayuda la administración de oxígeno.