CÓRDOBA 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El papel del agua como nutriente esencial del organismo humano, la necesidad de mantener un balance hídrico corporal, las principales fuentes de hidratación, y la ingesta recomendada de líquidos según los distintos grupos de población, han sido algunos de los temas abordados este martes en la ponencia 'Importancia de una buena hidratación' y el 'Taller de etiquetado de las bebidas', que han tenido lugar en el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba.
Durante el desarrollo de estas dos actividades dirigidas a farmacéuticos, el responsable de Salud y Nutrición de Coca-Cola Iberia, Rafael Urrialde de Andrés, ha explicado que "durante décadas, los aspectos nutricionales sobre los que se centraba la atención, contemplaban las necesidades y aportes de hidratos de carbono, proteínas, grasa, y vitaminas y minerales, manteniendo en un segundo plano al agua y los líquidos, componentes sin los cuales los anteriores no podrían cumplir sus objetivos", según han informado en una nota el comité organizador de estos actos.
Así, en estas jornadas se ha destacado que el agua es un nutriente esencial para la vida, que, junto a los demás líquidos que se ingieren, hace posible todas las reacciones químicas celulares, el transporte de nutrientes, células, hormonas, enzimas, y proteínas, así como de las sustancias de desecho a través de la sangre, linfa y orina.
Asimismo, cumple una importante función estructural en nuestro organismo, (destacando su papel en la composición de los músculos), hace posible la regulación de nuestra temperatura corporal, y cumple una función lubrificadora en articulaciones y en las mucosas del tracto digestivo y genitourinario.
Añade la nota que, en los adultos, el agua representa el 60 por cientp de su peso corporal, porcentaje que asciende al 75 por ciento en los recién nacidos y a más del 90 por ciento en el feto. Sin embargo, en las personas mayores disminuye al 50 por ciento. Según el experto, una de las principales diferencias con respecto al resto de nutrientes es la incapacidad de la homeostasis del agua para 'depositarse' en nuestro organismo, por lo que ha de mantenerse en una cantidad prácticamente constante, equilibrando sus pérdidas mediante su ingesta y la del resto de líquidos.
En cuanto a las principales fuentes de hidratación, Rafael Urrialde ha señalado que "el agua, junto con las bebidas no alcohólicas, que contienen un porcentaje de agua que oscila entre el 85-99 por ciento y el cien por cien, son las que mayor cantidad de agua aportan a la dieta". Junto a ellos, los propios alimentos pueden aportar desde un 1-5 por ciento hasta un 80-85 por ciento, a lo que hay que añadir su aporte calórico y de otros nutrientes. Por ello, cualquier líquido que contenga agua también constituirá un suministro significativo de la misma, y bebidas como zumos, infusiones, bebidas refrescantes, y sopas y caldos son fuentes importantes de agua", señala este experto, a través de la nota.
La European Food Safety Authority (EFSA) ha publicado recientemente los valores de referencia de ingesta adecuada de líquidos por grupos de edad, estableciendo 1.600 ml/día para niños de entre 4 y 8 años, frente a los 1.900 ml/día recomendados para niños y 2.100 ml/día para niñas, de entre 9 y 13 años. En el caso de adolescentes y adultos, establece una ingesta de 2 litros para las mujeres y 2,5 litros para los hombres, siendo esta recomendación similar para los ancianos, ya que en ellos se deteriora la capacidad para conservar el agua en el organismo, y se pierde la sensación de sed.
La EFSA recomienda, asimismo, que las mujeres embarazadas aumenten su ingesta de líquidos en función al aumento en el consumo de energía que realicen, y para las mujeres en periodo de lactancia, que este incremento de líquidos sea de 700 ml/día, en relación a las mujeres no lactantes de la misma edad.
HIDRATACIÓN EN ÉPOCAS DE CALOR
Urrialde ha destacado que los españoles "deben aprender a hidratarse de forma correcta, sobre todo cuando hablamos de personas mayores, de niños y de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, grupos poblacionales con mayores requisitos de ingesta. Hay que tener en cuenta que los valores medios recomendados se ven incrementados en función de las condiciones ambientales y de la práctica de actividad física o deporte".
En este sentido, señala que es importante cuidar especialmente la hidratación en épocas de calor como el verano, con el objeto de evitar problemas derivados de una inadecuada hidratación y de las elevadas temperaturas, sobre todo si además se hace deporte o ejercicio físico en zonas situadas cerca del mar o con elevada humedad relativa.
Junto a las necesidades fisiológicas en relación al agua y los líquidos, el comité organizador de estas jornadas ha aludido a un estudio científico realizado por investigadores de la Universidad de Barcelona, que habría mostrado recientemente que la combinación de cafeína y glucosa en las bebidas puede ser beneficiosa para la prolongación de la atención, el aprendizaje y la memoria verbal.
Con respecto al deporte, los deportistas deben completar su hidratación, prestando especial atención a aquellos líquidos que aporten la cantidad necesaria de sodio, el electrolito que más se pierde durante la sudoración y fundamental para mantener los equilibrios celulares.
Asimismo, otro componente que deben considerar son los hidratos de carbono, que ayudan a contrarrestar la sensación de fatiga. Además, la glucosa junto con el sodio potencia su mutua absorción y facilita el transporte de agua al interior de las células intestinales.
Las bebidas para deportistas están formuladas según las pautas recogidas en el Comité Científico de Alimentación Humana de la Unión Europea, que además de establecer una serie de aspectos que estas bebidas deben reunir, no contempla que tengan graduación alcohólica. Igualmente, en esta jornada formativa también se han abordado los aspectos funcionales sobre los componentes de algunas bebidas como por ejemplo que la palatabilidad agradable de líquidos ayuda a que el consumo de éstos resulte más fácil y cómodo, contribuyendo a lograr la ingesta de líquido necesaria.