MADRID 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El implante de células sanas (condrocitos) del propio paciente cura los defectos del cartílago articular ya que, según la Sociedad Española de Reumatología (SER), en el 90 por ciento de los casos conduce a una regeneración total de la superficie articular mediante la formación de cartílago hialino, cuyas características moleculares confieren al cartílago articular sus propiedades biomecánicas.
Esta técnica que se incluye dentro de la denominada 'terapia celular', consigue una reducción considerable del dolor e inflamación y una mejora sustancial en el movimiento de la articulación, según ha puesto de manifiesto el doctor Pedro Guillén, de la Clínica Centro de Madrid.
En los implantes de condrocitos (células del tejido cartilaginoso) autólogos se utiliza el cartílago sano del paciente para reparar el daño traumático del cartílago articular, permitiendo una mejora sustancial de la movilidad y reduciendo por tanto el dolor. Este tipo de tratamiento está basado en el aislamiento de condrocitos sanos a partir de una biopsia de cartílago tomada de una zona de no carga, que posteriormente se cultivan en el laboratorio.
Finalmente, a través de una intervención quirúrgica se cubre el defecto condral u osteocondral con periostio, extraído de la tibia y se suturan los bordes al cartílago. Por último se introduce el cultivo de condrocitos por debajo del periostio. Se ha comprobado que este método es inocuo y eficaz y los últimos casos se han llegado a hacer por vía artroscópica y, como aclara el experto, "con excelentes resultados".
Así, se puede aplicar desde los 14 a 55 años, ya que más tarde obligaría a un cultivo con muchos pases y las células podrían ser "viejas". Está indicado en cualquier lesión condral u osteocondral postraumática y también se ha usado en osteonecrosis después de hacer crecer el hueso y tras artritis sépticas postartroscopia. "La célula al dividirse consume tiempo y, por eso, limita la edad de implantación. Sin embargo, no preocupa la extensión y la profundidad en la lesión porque se corrige con injerto óseo", puntualiza.
"Se ha demostrado que el injerto de cartílago cultivado en el laboratorio puede transformar la cirugía reparando estos defectos y sin duda condicionando un extremo óseo excelente para soportar la carga y distribuir bien el peso. Sin duda, estamos ante el comienzo de una nueva era", añade.
Respecto al tratamiento de la artrosis, a juicio del experto, "hay que seguir investigando para reconducir esas células del aparato locomotor que en un momento de su vida sufren un importante deterioro porque quizá se encuentren parámetros analíticos en el ambiente sinovial (líquido sinovial y membrana sinovial) que nos informen de ese cambio".