MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se ha fijado como reto prioritario, dentro de sus políticas al frente del Ministerio, potenciar la Atención Primaria y los servicios de Salud Pública, una vez se consigue superar la crisis del COVID-19.
Durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo del Senado, el ministro ha fijado cuáles son su líneas de actuación prioritarias para mejorar el Sistema Nacional de Salud (SNS), que se basan en "el compromiso para mantener a las personas en el centro del sistema", "cuidar a los que nos cuidan", "impulsar la digitalización y la l+D+I como palancas de transformación" y "afianzar la sanidad pública como servicio público esencial".
Dentro de estos aspectos, ha señalado que durante la pandemia se ha visualizado "de forma muy evidente" la relevancia de la Atención Primaria. "Aunque lo más visible y lo más duro de la crisis sanitaria se ha producido en las UCI hospitalarias, ha sido la Atención Primaria el nivel asistencial que ha conseguido que la gran mayoría de los pacientes diagnosticados en nuestro país, que han sido casos leves y moderados, se recuperaran en su domicilio", ha reivindicado, comprometiéndose a potenciarla para estar mejor preparada ante eventualidades futuras.
De la misma forma, ha instado a mejorar los servicios de Salud Pública. El ministro ha recordado que el gasto dedicado a este apartado supone un 1,1 por ciento del gasto sanitario público total en España, según el informe de Estadística de Gasto Sanitario público publicado en marzo de este año con los datos consolidados de 2018. "Se ha mantenido en esa línea en los últimos años, con la única excepción de 2009. Ese año aumentó el gasto en Salud Pública por la gripe A y aun así supuso apenas el 1,6 por ciento del total", ha lamentado.
Por ello, considera que resulta una "obligación ineludible" aumentar los recursos destinados a la Salud Pública. "Necesitamos dotarla adecuadamente de estructuras y recursos, no solo para la vigilancia epidemiológica sino para promover la salud y la educación para la salud, para impulsar estilos de vida saludables, para, en definitiva, lograr un sistema preventivo y no solo curativo, que genere salud y no solo sanidad", ha argumentado.
De la misma forma, ve "necesario" desarrollar la Ley General de Salud Pública, que fue aprobada en 2011. "Es muy posible que, si esta ley no hubiera permanecido olvidada durante demasiados años en un cajón y se hubiera implementado antes, la pandemia nos hubiese alcanzado con las estructuras y recursos de Salud Pública más reforzados", ha esgrimido como justificación.
Según el ministro, el futuro del SNS "tiene que dirigirse a un modelo que asegure más prevención, más salud pública y un Sistema Nacional de Salud que esté más cerca de las personas". "Necesitamos un sistema que produzca salud en vez de sanidad y que prevenga la enfermedad y no solo la cure. Si ya era una visión de futuro para el Ministerio de Sanidad, tras la pandemia es más necesario que nunca apuntalar esta dirección", ha explicado.
"Tenemos que ser capaces de aprovechar este momento para actualizar el Sistema Nacional de Salud e impulsar un cambio hacia un modelo más robusto, flexible y resiliente. Un modelo que afiance la sanidad pública como un servicio esencial del Estado del Bienestar, pero también como punta de lanza del desarrollo social de nuestro país", ha añadido.
MÁS INVERSIÓN
De otra parte, el ministro también ha fijado como reto "invertir, fomentar y aportar los recursos suficientes a la I+D+i". "Debemos invertir en el desarrollo de vacunas, tratamientos y productos para hacer frente al coronavirus. Pero también, pensando en el futuro de nuestro país, para el desarrollo de un modelo productivo competitivo que aporte recuperación y desarrollo social tras la pandemia", ha puntualizado.
En este punto, ha recordado que el proyecto de interoperabilidad del sistema con la receta electrónica y la historia clínica digital "ha tardado más de 13 años en completarse". "Debemos, por tanto, ser capaces de acelerar esos procesos. Beneficiará no solo a los pacientes a nivel
individual, sino que también servirá, junto con el apoyo de tecnologías como el big data, la inteligencia artificial y la interoperabilidad, para mejorar, en definitiva, la gestión, planificación y la investigación", ha agregado.
SANITARIOS: "UNA PIEZA FUNDAMENTAL DE NUESTRO SISTEMA PÚBLICO"
En su intervención, el ministro ha reivindicado que los profesionales sanitarios "son la pieza fundamental de nuestro sistema público y han pasado por los momentos más difíciles de su carrera profesional". "Son mujeres y hombres con una altísima capacitación y que tienen y merecen todo nuestro reconocimiento, pero también algo más: requieren que prestemos la máxima atención a su carrera y desarrollo profesional", ha detallado.
Por ello, ha avanzado que el Ministerio de Sanidad va a trabajar en el marco de la Comisión de Recursos Humanos y del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) para que "haya una adecuada dotación de profesionales y para seguir mejorando la carrera profesional y la formación sanitaria especializada".
"Vamos a seguir aumentando el número de plazas de Formación Sanitaria Especializada en las especialidades en colaboración con las comunidades autónomas, como hemos hecho hasta ahora, para que puedan aprovechar al máximo toda su capacidad formativa en las siguientes convocatorias. Y, al mismo tiempo, también vamos a avanzar en la actualización de los contenidos, para adaptarlos a los nuevos contextos, a la renovación del conocimiento científico y a los avances tecnológicos e innovaciones organizativas que se han venido produciendo", ha concretado.
En relación a las condiciones laborales de los profesionales, ha criticado que la crisis y las políticas de austeridad "hicieron mella en
el número de profesionales sanitarios y su distribución en algunas
áreas de atención". "Son unas heridas que no acabaron de cerrarse y
durante estos meses pasados se han hecho aún más evidentes. Por ello, aunque las políticas de recursos humanos son competencia de las comunidades autónomas, queremos trabajar para mejorar la planificación en materia de personal del Sistema Nacional de Salud. Y vamos a analizar, con las comunidades autónomas, cómo mejorar la situación laboral de los profesionales", ha anunciado.
"MÁS Y MEJOR" COOPERACIÓN CON LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
En otro apartado, ha defendido que la gestión compartida con las comunidades autónomas es "una de las fortalezas del sistema sanitario". "Nos ha permitido responder de forma coordinada, cohesionada y unida a la peor crisis sanitaria a la que nos hemos enfrentado al menos en los últimos 100 años. Y seguirá siendo clave en la respuesta que todavía tendremos que seguir dando frente al virus, así como en las reformas futuras que, sin duda, tendremos que abordar", ha vaticinado.
Así, ha asegurado que "en todo momento" la relación del Ministerio con los responsables de las comunidades "ha sido permanente y estrecha" durante los peores momentos de la pandemia. "Les diría más, lo vivido estos casi últimos cuatro meses, tanto en la gestión de la crisis, como en el proceso de desescalada, con los responsables de las Consejerías de Sanidad de las CCAA y las ciudades autónomas nos ha permitido profundizar en el conocimiento mutuo, en la confianza, en la responsabilidad compartida y hasta me atrevería a decir en la empatía entre ambas administraciones", ha agregado.
De esta manera, ha pronosticado que "este es el camino" que quiere seguir: "Más y mejor cooperación y coordinación con las comunidades autónomas, y más cohesión del sistema. En este sentido, mi compromiso para reforzar el papel del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud sigue firme y ahora es ineludible".