MADRID 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago, en Estados Unidos, han descubierto que una molécula incrustada en la membrana de las células del hígado que ayuda a la absorción del colesterol podría ser también clave en las infecciones por hepatitis C, convirtiéndose en punto de entrada del virus en el organismo.
Así se desprende de los resultados de la investigación que publica en su último número la revista 'Nature Medicine', que señala este receptor como una diana perfecta para una nueva antiviral. De hecho, actualmente ya hay un fármaco aprobado que podría ser efectivo.
Estudios anteriores habían demostrado que el colesterol podía estar relacionado de alguna manera con esta infección, que afecta a 4,1 millones de personas en Estados Unidos. De hecho, los autores de este trabajo sospechaban que un receptor llamado NPC1L1, conocido por ayudar a mantener el equilibrio del colesterol, también puede estar implicado en el transporte de los virus a la célula.
El receptor es común en el intestino de muchas especies, pero en las células del hígado sólo se ha identificado en humanos y en los chimpancés, según reconoce Susan Uprichard, profesora asistente de Microbiología e Inmunología e investigadora principal del estudio. De hecho, añade, estos primates son los únicos animales que pueden ser infectados por este virus.
En concreto, Uprichard y su equipo demostraron que al anular o bloquear el acceso a los receptores de NPC1L1 impide la entrada del virus y la infección de las células.
El investigador, Bruno Sainz, coautor de la investigación, explica que esto se debe a que el receptor está involucrado en el metabolismo del colesterol, una relación que ya ha sido bien estudiada.
De hecho, asegura que ya existe un medicamento autorizado, la ezetimiba, comercializado por Merck Sharp & Dohme (MSD) con el nombre de 'Zetia', que actúa de forma "específica y exclusiva" contra el NPC1L1, y que está indicado para reducir los niveles de colesterol.
Este fármaco fue utilizado para bloquear el receptor antes, durante y después de la inoculación con el virus, en cultivos celulares y en un modelo de animales, para evaluar el papel del receptor de la infección y el potencial del fármaco como agente anti-hepatitis.
INHIBE LA INFECCIÓN EN LOS 6 VARIANTES DEL VIRUS
Los investigadores demostraron que la ezetimiba inhibe la infección por hepatitis C en cultivos celulares y en ratones trasplantados con células de hígado humano. Y, a diferencia de los fármacos actualmente disponibles, la ezetimiba fue capaz de inhibir la infección por los seis tipos del virus.
Ante estos datos, reconoce Uprichard, el estudio abre una serie de posibilidades para la terapéutica de esta enfermedad infecciosa, que es la principal causa de trasplante de hígado en Estados Unidos. El problema, añade, es que muchos pacientes infectados tienen problemas después del trasplante dado que el virus ataca al hígado nuevo.
Además, los medicamentos actuales son altamente tóxicos y con frecuencia no pueden ser tolerados por los pacientes trasplantados que toman medicamentos inmunosupresores. En cambio, la ezetimiba es bastante segura y se ha utilizado a largo plazo, sin perjuicio de las personas para controlar el colesterol, según concluye Uprichard.