MADRID 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Infantil de Boston en Estados Unidos han aislado un potente inhibidor de la metástasis tumoral que producen las células del tumor que podría emplearse como tratamiento anticancerígeno. Los resultados del estudio se publican en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
La metástasis, la migración de las células del cáncer a otras partes del organismo, es una de las principales causas de mortalidad por cáncer y no se ha aprobado una terapia para inhibir o tratar las metástasis.
Los científicos han descubierto que los tumores metastáticos preparan los órganos distantes para producir la metástasis al secretar ciertas proteínas que fomentan el crecimiento tumoral y atraen vasos sanguíneos para dar soporte al tumor. Ahora, los investigadores muestran que los tumores no metastático segregan una proteína llamada prosaposina, que inhibe la metástasis al causar la producción de factores que bloquean el crecimiento de los vasos sanguíneos.
Los investigadores descubrieron que las células de los tumores de mama y próstata que no producían metástasis segregaban altos niveles de prosaposina mientras que los tumores metastáticos segregaban muy poca.
Cuando los investigadores inyectaron a ratones células tumorales que eran muy metastásicas pero a las que habían añadido prosaposina, la metástasis pulmonar se redujo en un 80 por ciento y la de los nódulos linfáticos se eliminó por completo además de aumentar el tiempo de supervivencia de los animales. Por otro lado, al suprimir la expresión de prosaposina en las células tumorales, observaron más metástasis.
Los resultados también mostraron que al inyectar la prosaposina de forma directa a los ratones que habían recibido una inyección de células tumorales, estas células no formaron metástasis en los pulmones o si lo hicieron, eran mucho más pequeñas. Estos ratones vivieron al menos un 30 por ciento más tiempo que los ratones que no recibieron la prosaposina.
Los científicos también demostraron que la prosaposina estimula la actividad de un supresor tumoral bien conocido por los científicos, denominado p53, en el tejido conectivo de alrededor del tumor. Esto a su vez estimulaba la producción de trombospondina-1, un inhibidor natural del crecimiento de los vasos sanguíneos, tanto en el tejido conectivo como en las células de la localización distante.
Según explica Randoph S. Watnick, responsable del estudio, "la prosaposina, o los derivados que estimulan la actividad de p53 de una forma similar en el tumor del tejido conectivo, podrían ser una forma eficaz para inhibir el procesos de metástasis en los humanos".