MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC), perteneciente al Instituto de Salud Carlos III, han identificado nuevos biomarcadores para predecir el riesgo de re-oclusión o reestenosis de las arterias en las que se coloca un 'stent' fármacoactivo para tratar la arterosclerosis, la principal complicación que puede aparecer con estos dispositivos.
La utilización de 'stents' para revascularizar arterias afectadas de arteriosclerosis ha supuesto una revolución en el ámbito de la cardiología intervencionista, especialmente el uso de 'stents' farmacoactivos (SFA), que inhiben la proliferación excesiva de células de la pared arterial y reducen muy significativamente el riesgo de reestenosis.
Sin embargo, la colocación de estos dispositivos de primera generación lleva asociada también mayor riesgo de trombosis 'in-stent', por lo que los pacientes revascularizados con estas prótesis deben someterse a tratamientos anti-plaquetarios más potentes y prolongados en comparación con los pacientes tratados con 'stents' convencionales.
Hasta ahora se habían identificado factores clínicos y relacionados con el tipo de lesión a tratar y del propio procedimiento que afectan al riesgo de sufrir reestenosis, pero los intentos de identificar pacientes de alto riesgo en base a estos parámetros habían tenido un alcance muy limitado.
Sin embargo, un equipo liderado por el doctor Vicente Andrés, del Centro Nacional de investigaciones Cardiovasculares (CNIC), han identificado nuevos biomarcadores para predecir el riesgo de complicaciones tras la implantación, y han publicado sus conclusiones en la revista 'Circulation Cardiovascular Genetics'.
Para ello, analizaron dos cohortes independientes de pacientes sometidos a revascularización coronaria mediante implantación de 'stents' convencionales, y han demostrado una asociación positiva entre el riesgo de sufrir reestenosis y tres variantes genéticas comunes (SNPs, del inglés single nucleotide polymorphism) en el gen CCNB1 que codifica la proteína ciclina B1, un regulador positivo del ciclo celular que se expresa en lesiones reestenóticas humanas y cuya inhibición reduce el desarrollo de lesiones vasculares obstructivas en modelos animales de angioplastia.
En concreto, han identificado variantes alélicas de los SNPs (rs350099, rs350104 y rs164390) localizados en el promotor del gen CCNB1 que se asocian con riesgo aumentado de reestenosis.
ANÁLISIS DE CÉLULAS SANGUÍNEAS
Además, y gracias al equipo del investigador de la Universidad de Zaragoza Fernando Civeira, también perteneciente a la RIC, se comprobó que las células sanguíneas de los individuos portadores de los alelos de mayor riesgo de reestenosis presentan niveles más levados del ARN mensajero de CCNB1.
Los estudios moleculares realizados por Andrés y colaboradores sugieren que los pacientes portadores de las variantes alélicas de mayor riesgo provocan una mayor actividad de los factores de transcripción NF-Y, AP-1 y SP1 que causa mayor expresión de CCNB1 y una respuesta hiperproliferativa más potente.
"Además de mejorar nuestro conocimiento de las bases genético-moleculares de la reestenosis, nuestros resultados sugieren la posibilidad de identificar pacientes de alto riesgo mediante el uso de tests diagnósticos basados en el genotipado de genes reguladores del ciclo celular", afirma Vicente Andrés.
A partir de ahora, el reto es analizar las variantes alélicas y otros SNPs en cohortes mayores y realizar estudios prospectivos para determinar si variantes genéticas comunes pueden ayudar al cardiólogo a decidir la mejor opción terapéutica para pacientes coronarios, por ejemplo utilizar SFA en vez de 'stent' convencional, o realizar un 'by-pass' coronario en lugar de revascularizar con 'stent', una línea en la que ya está trabajando la empresa Fina Biotech, co-financiadora del estudio y propietaria de la patente que protege los resultados obtenidos.