MADRID 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Infantil de Boston en Estados Unidos han descubierto un vínculo entre una mutación común que conduce al cáncer y un gen regulador alejado que aumenta su actividad. El descubrimiento de esta relación, que se publica en la revista 'Nature', podría conducir a fármacos dirigidos a los linfomas de células B, incluyendo el linfoma de Burkitt, un cáncer agresivo en niños, además de para el mieloma múltiple y otros cánceres de la sangre.
Los mielomas se originan a menudo en las células B, las mismas células que producen los anticuerpos que combaten las infecciones. Una célula B puede convertirse en cancerosa si un gen conocido como c-myc salta a otra sección del ADN, la región IgH, donde se une con él y de alguna forma se expresa en exceso.
Los científicos llevan años investigando cómo se produce esta activación oncogénica, en particular qué componente de la región IgH activa c-myc. El estudio identifica este componente regulador y supone la primera vez que los investigadores han sido capaces de comprender cómo este movimiento de genes, o traslocación cromosómica, puede conducir a una alteración en las células B que conduzca al cáncer.
Basándose en anteriores estudios, los investigadores decidieron centrarse en una parte de la región IgH llamada región reguladora IgH 3' (IgH3'RR). Los autores habían mostrado ya que IgH3'RR era un gen regulador con amplio alcance que promovía la transcripción de genes vecinos en la región IgH.
Los investigadores, dirigidos por Monica Gostissa, eliminaron IgH3'RR en una línea de ratones mutantes generados en el laboratorio. Estos animales desarrollan un linfoma de células B en el que c-myc se transloca a la región IgH del ADN. Sin embargo, sin IgH3'RR, las células B maduras no se volvieron cancerosas, lo que sugiere que las células B maduras, de las que se originan la mayoría de linformas humanos, necesitan a IgH3'RR para desarrollar el linfoma.
Según los investigadores, el estudio muestra que IgH3'RR es un elemento clave para activar el funcionamiento procancerígeno de c-myc al saltar a la legalización de IgH. El estudio muestra también que la actividad causante del cáncer de IgH3'RR sobre c-myc puede extenderse a lo largo de amplias distancias cromosómicas.
El estudio sugiere que IgH3'RR es una nueva diana para enfrentarse al linfoma y otros cánceres asociados a la sangre que surgen de las células B maduras. A través de la desactivación de IgH3'RR se puede alterar la versatilidad de las células para crear diferentes clases de anticuerpos pero no dejaría a los pacientes sin su sistema inmune porque las células B podrían retener parte de su actividad. Además, el tratamiento podría ser reversible.
El siguiente paso de los investigadores es comprobar qué podría pasar en los tumores existentes si se eliminara IgH3'RR y entonces crear un método de detección de fármacos basado en células para evaluar los posibles inhibidores de IgH3'RR.