El Hospital de Parapléjicos de Toledo insiste en la actitud prudente ante las zambullidas para evitar lesiones medulares

Actualizado: domingo, 15 julio 2007 17:42

El número de ingresos por esta causa disminuyó en 2006 respecto a años anteriores

TOLEDO, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los profesionales del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo recordaron a los bañistas la necesidad de tener una actitud prudente a la hora de lanzarse a una piscina, en el río o en el mar, para evitar una lesión medular por este motivo, pese a que, señalaron, el número de ingresos por zambullidas en el centro disminuyó en 2006 respecto a años anteriores.

Las zambullidas son la causa de una media del 5% del total de las lesiones medulares tratadas en el centro sanitario toledano en los últimos cinco años. Durante el año pasado se redujo el número de ingresos por esta causa, con un total de cuatro pacientes, informó la Junta en nota de prensa.

En el año 2004 fueron nueve los pacientes ingresados por zambullida mientras que un año antes se registraron 14 ingresos. Esta evolución demuestra la efectividad de las campañas de prevención que se llevan a cabo desde el Hospital Nacional de Parapléjicos, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha.

En este sentido, los profesionales de este centro recuerdan que es una imprudencia y una temeridad tirarse de cabeza en un paraje desconocido, en lugar de sumergirse lentamente y con precaución. Además, insisten en la importancia de conocer la profundidad de una piscina, un río o el mar sobre todo en relación con la altura desde la que uno se sumerge. El bañista ha de zambullirse con los brazos situados en prolongación del cuerpo, protegiendo cuello y cabeza.

INMOVILIZACIÓN DEL CUELLO.

Por otra parte, en caso de que se produzca un accidente, y ante la necesidad de la recogida y manipulación de la víctima, es muy importante inmovilizar el cuello, evitar movimientos de la columna y avisar a un profesional para que realice el traslado. No se debe transportar al lesionado en un vehículo utilitario.

Desde el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo se recomienda, por tanto, comprobar la profundidad del agua en la zona en la que vamos a entrar de cabeza. Por norma general deberá haber más de 1,5 metros de profundidad y si el bañista se lanza desde una mayor altura, la profundidad también tiene que ser mayor.

Si el agua está turbia y no hay visibilidad conviene inspeccionar previamente la zona para comprobar su profundidad y que no haya elementos sumergidos como rocas, árboles u otros objetos contra los que se puede impactar.

En lugares naturales como ríos, lagos, mar o embalses los niveles del agua pueden variar de un día para otro por las mareas, aperturas o cierres de compuertas, por lo que es conveniente comprobar siempre la profundidad. Otra de las recomendaciones es no saltar de cabeza desde demasiada altura ya que una mala técnica de entrada puede causarnos lesiones tan solo golpeándonos con el agua.

Por otra parte, si el bañista se lanza de cabeza contra las olas debe comprobar que la profundidad después de la ola es suficiente. En cualquier caso, sólo es aconsejable zambullirse cuando la seguridad sea completa.