MADRID 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director gerente del Hospital 12 de Octubre de Madrid, Joaquín Martínez, confirmó hoy que un cuarto bebé prematuro que fue atendido en el Servicio de Neonatología del centro se encuentra grave después de que entre los días 26 de febrero y 2 de marzo otros tres fallecieran al resultar infectados con una bacteria denominada 'klebsiella pneumoniae'.
Martínez explicó en rueda de prensa que este bebé está colonizado por la misma bacteria, que se encuentra en su piel con "sospecha de infección aún no confirmada". Según dijo, la bacteria, de carácter hospitalario y propia de cuidados prolongados, "conlleva gran mortalidad en el caso de pacientes con patologías graves, tal y como ocurre en determinados niños prematuros".
De acuerdo con un comunicado distribuido por el hospital, el primer niño, fallecido el pasado 26 de febrero, nació a las 28 semanas de edad con 1.090 gramos de peso y padecía graves patologías propias de su prematuridad por las que estaba ingresado en el servicio de neonatología del hospital. El diagnóstico de su autopsia fue shock séptico (infección generalizada) por klebsiella. Otros dos niños prematuros ingresados en el mismo servicio del hospital fallecieron el pasado día 2 de marzo por la misma causa.
"Este tipo de bacterias son muy listas y van aprendiendo", explicó la jefa del servicio de Neonatología, Carmen Payás. "Están siempre en las UVIs neonatales; el problema es que van aprendiendo a hacerse resistente a los antibióticos que utilizamos normalmente, van adquiriendo cada vez más fuerza, y, entonces, pues de vez en cuanto surge una bacteria que tiene más capacidad de hacer daño", indicó.
TRASLADOS A OTROS CENTROS
A raíz de la confirmación de la causa de muerte del primer bebé, el Servicio de Neonatología puso en funcionamiento las medidas contempladas en el protocolo del Servicio de Medicina Preventiva del mismo hospital para el control y prevención de los efectos de la bacteria, entre las que se incluye el traslado a otros centros de los casos de embarazo patológico ingresados y de aquellas embarazadas que lleguen a Urgencias con algún factor de riesgo.
Asimismo, el hospital ha establecido dos zonas estructurales totalmente diferenciadas, una para los niños que han estado en contacto con la bacteria y otra para los considerados "limpios". Con este mismo fin, se ha separado a los médicos y enfermeras en dos grupos, una para la atención de la zona en la que presumiblemente está presente la bacteria y otro para la zona no contaminada.
Para todo ello se ha incrementado tanto el personal médico como de enfermería de este servicio, reforzándose específicamente el personal de guardia en tardes y noches. También, con el objeto de tratar de mantener aislados a los niños que han podido ser colonizados por la bacteria, se han limitado las visitas de los médicos especialistas de otros servicios y se han restringido las visitas de familiares.
Además, el hospital asegura en el comunicado que se han tomado medidas higiénico-sanitarias estrictas, tanto para los profesionales como para los padres de los niños ingresados, y se han puesto en marcha medidas específicas de limpieza de todo el material.
Según explicó la jefa del servicio de Neonatología, actualmente hay ingresados en el servicio 25 bebés y "todos" presentan algún tipo de patología "de base" anterior a la presencia de la bacteria. "Ningún niño que está en una UVI ingresado en un servicio de Neonatología está perfectamente, porque si están perfectamente están con sus madres. Partimos de una población de alto riesgo", apuntó.