MADRID, 12 May. (OTR/PRESS) -
Las mujeres y los hombres muestran propensión a tener diferentes tipos de desórdenes psicológicos derivados del estrés. Asi, las mujeres muestran mayor riesgo de sufrir depresión y algunos tipos de ansiedad, y los hombres tienen más tendencia a caer en el consumo abusivo de alcohol. Un nuevo estudio sobre respuestas al estrés emocional ha llegado a la conclusión de que los hombres afectados son más propensos que las mujeres a querer beber. De alguna manera, los hombres no le dan tantas vueltas a las cosas negativas y tienden a olvidarse bebiendo.
Los resultados del estudio serán publicados en el número de julio de la revista científica 'Clinical & Experimental Research' pero ya se adelantan en un avance en la edición digital, recogido por otr/press.
"Sabemos que hombres y mujeres responden de manera diferente al estrés", declaró Tara M. Chaplin, investigadora asociada en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, y autora principal del estudio. "Por ejemplo, tras una experiencia estresante, las mujeres son más propensas que los hombres a decir que se sienten enfermas o angustiadas, lo que puede derivar en un riesgo de depresión y ansiedad. Algunos estudios han encontrado que los hombres son más propensos a beber después de una experiencia negativa que las mujeres. Si esto se convierte en un patrón de conducta, podría derivar en alcoholismo".
Como parte de un estudio mayor, los investigadores expusieron a 54 bebedores sociales sanos (27 mujeres y 27 hombres) a tres tipos de imágenes --estresantes, relacionadas con el alcohol y relajantes-- en sesiones separadas, días separados y orden aleatorio. Chaplin y su equipo estudiaron entonces en los participantes sus emociones subjetivas, respuestas conductuales, excitación cardiovascular, y tendencia a desear beber alcohol.
¿CONDUCTA O DIFERENCIA CEREBRAL?
Estos hallazgos --sumados al hecho de que los hombres beben más que las mujeres en cantidad-- suponen que los hombres tuvieron más contacto con el alcohol, quizas llevándoles a convertirlo en una forma de sobrellevar el estrés. "La tendencia de los hombres a desear el alcohol cuando se sienten mal puede ser aprendida como conducta o puede estar relacionada con diferencias de género en el cerebro", considera la autora del estudio. "Y esta tendencia puede contribuir a un mayor riesgo de alcoholismo", dijo.
Por su lado, tal y como es aceptado socialmente, las mujeres son más propensas a centrar en reacciones emocionalmente negativas sus circunstancias de estrés. "Por ejemplo, tienden a darle muchas vueltas a su estado emocional negativo", explicó Chaplin. Los hombres, en contratse, son más propensos a distraerse de sus emociones negativas, e intentan dejar de pensar en ellas. Nuestros hallazgos indican que los hombres tienen una mayor respuesta al estrés en forma de aceleración cardiovascular, pero no reportan grandes niveles de malestar o ansiedad, y pueden tratar de sobrellevar esos estados de ánimo posiblemente mediante la ingesta de alcohol".