MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
Aquellos hogares cuya ama de casa o el responsable del aprovisionamiento tiene problemas de obesidad gastan más en alimentos envasados, una media de 1.830 euros anuales frente a los 1.794 de un hogar promedio, según el estudio 'Marketing para un Target de Peso' de TNS Worldpanel.
Asimismo, estas familias también realizan menos visitas a los establecimientos para abastecer sus hogares (72 visitas anuales frente a la media de 76), aunque su ticket de compra es un 6% superior, unos 25 euros frente a 24. Respecto a los productos que consumen, suelen decidirse por productos locales o segundas marcas internacionales, y eligen en menor medida las marcas líderes o del distribuidor.
Aunque la cesta de la compra de estos hogares se compone de productos de todo tipo, destacan aquéllos directamente relacionado con el control del peso, como los edulcorantes, los refrescos 'light'
y los yogures desnatados. Por otro lado, la proximidad del centro comercial y el precio hacen que se decanten en mayor medida por los supermercados 'discount', los mercados y las plazas.
Para Montse Roma, responsable de marketing de TNS Worldpanel, "la obesidad no es sólo una cuestión de gobiernos e instituciones, los fabricantes de alimentación y bebidas juegan también un papel muy importante en su prevención". Roma apuntó que "los fabricantes han adecuado su estrategia, su comunicación y su portfolio de productos a la nueva realidad", aunque reconoció que "ahora es el turno del consumidor". Según la experta en marketing, "el problema no radica en qué se come", sino "en los hábitos de consumo", aclaró. Finalmente, Montse Roma recalcó que "la obesidad afecta a todos, adultos y niños".