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MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El servicio de consulta de HM Hospitales realiza una "evaluación global y al más alto nivel" de pacientes con fracturas por fragilidad ósea y osteoporóticas. Esto es frecuente en otros países, pero no en España, donde los pacientes "son atendidos de manera dispersa en diferentes consultas de Atención Primaria, Traumatología o Reumatología", mantienen los especialistas.
Expertos de este centro hospitalario consideran que existe un infradiagnóstico de las fracturas vertebrales y, por tanto, un infratratamiento de esta enfermedad. La consulta de Fragilidad Ósea de este "mejora la calidad de vida y previene el avance de la enfermedad" en estos pacientes, tal y como aseguran desde el hospital.
La fragilidad ósea es una patología que provoca en el paciente que la padece esté afectado por un dolor crónico y un alto grado de discapacidad y dependencia. Por ello, su tratamiento, que a veces deriva en cirugía, es complejo.
Las personas que tienen esta enfermedad conservan los huesos en un estado más frágil de lo establecido como normal. Esto produce un deterioro progresivo de la cantidad y de la calidad del hueso, que deriva en fracturas, concentradas más frecuentemente en la muñeca y la cadera.
LOS PACIENTES CON OSTEOPOROSIS SON LOS QUE MÁS SE BENEFICIAN
Los pacientes osteoporóticos -con o sin fractura- son los que más acuden a este servicio. Además, el tratamiento es especialmente beneficioso para los que ya han sufrido una fractura, ya que "se puede reducir a la mitad la incidencia de las mismas, incluyendo la de cadera", explican desde el centro hospitalario.
Otro motivo por el que esta consulta es necesaria es el hecho de que, según el doctor Ángel Oteo Álvaro, "en 2050 la población mayor de 65 años pasará de 323 a 1.600 millones". Esto supone, a juicio del traumatólogo y director de la consulta de Fragilidad Ósea de HM Hospitales, que se produzca "un aumento de las fracturas de cadera, que llegarán a afectar a 6,3 millones de personas".
Pero los avances en este sector no se ciñen ahí, ya que en el plano del abordaje de estos pacientes las innovaciones son constantes. Debido a ello, se ha pasado de la administración semanal de bifosfonatos a la mensual, y a la posibilidad de realizarla anualmente, como ocurre con el ácido zoledrónico.
Además, con estos logros se consigue una mejor adherencia del paciente al tratamiento, lo que "era un serio problema en esta enfermedad y que provocaba muchos de los fracasos terapéuticos", explica el doctor Oteo Álvaro. En cuanto a la aparición de nuevos fármacos, el galeno espera que "en un futuro no muy lejano" aparezcan otros nuevos, "como los anticuerpos dirigidos contra la esclerostina y activina, capaces de frenar la resorción ósea y formar nuevo hueso".
No obstante, como en todas las afecciones y enfermedades, el mejor tratamiento es la prevención. Por ello, se deben evitar los factores de riesgo modificables, como el tabaquismo y la vida sedentaria; realizar ejercicio físico de forma regular; llevar una dieta adecuada y realizarse controles periódicos de vitamina D.