BARCELONA 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Tres jóvenes catalanes con parálisis cerebral sueñan con participar en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016 (Brasil), tras años de seguir un programa de hipoterapia, que comenzó como un tratamiento para mejorar su salud y acabó en la práctica de la equitación adaptada.
En una entrevista con Europa Press, la coordinadora de la comisión de Hipoteria del Colegio de Fisioterapeutas de Catalunya, Teresa Xipell, explica que se encuentran en trámites con la Federación Internacional Ecuestre para determinar si cumplen los requisitos para su inscripción.
Los jóvenes hace años que comenzaron a seguir una tratamiento basado en los paseos a caballo, dado que el paso de estos animales facilita la rehabilitación neurofisiológica de los enfermos y, tras comprobar sus progresos, en la actualidad son capaces de dirigir a los equinos por ellos mismos.
Xipell asegura que la hipoterapia está indicada para cualquier persona con alguna minusvalía física o psíquica, siempre que se encuentre acompañado por un profesional que asegure que el caballo camina a su paso normal, sin trote ni galope, y controle su evolución.
En la grupa del animal, la pelvis "hace el mismo movimiento" que cuando se inicia la marcha, por lo que aquellas personas con dificultades de movilidad mejoran su evolución gracias al efecto secundario de los paseos, aseguró.
La terapia sirve igualmente para personas con síndromes de comportamiento, como el autismo, ya que la actividad al aire libre potencia la relación del enfermo con el animal, hace que se adapten a su movimiento rítmico y eso les permite experimentar un "bienestar interior" imposible de lograr de otro modo, puesto que el paseo les relaja.
La coordinadora del Colegio de Fisioterapeutas resaltó la importancia de contar con una formación reglada en esta materia, y recordó que desde que la Universitat Autònoma de Bellaterra (UAB) inauguró en 2000 un postgrado, ya son un centenar las personas tituladas, mientras que la Universitat de Vic (UVic) también lleva a cabo un curso similar.
Xipell precisa que en los últimos años las experiencias de este tipo en Cataluña se han "multiplicado por diez", gracias al trabajo de unas ocho hípicas que realizan estos cursos.
El carácter crónico de muchas de las dolencias indicadas para la hipoterapia hace que los cursos no permitan la curación absoluta, sino la mejora de aspectos como el equilibrio, la fuerza muscular, la motilidad abdominal, la tonificación, la calidad del movimiento y la mejora de la confianza, explica.
Como ejemplo, Xipell puso el de un usuario de silla de ruedas, acostumbrado a ver la vida desde abajo, una perspectiva que cambia radicalmente en el momento que se eleva en la silla de un caballo.