MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de científicos ha detectado signos del coronavirus MERS-CoV en muestras de 50 dromedarios de Omán, que se originaron a partir de una serie procedente de diferentes lugares del país, lo que sugiere que MERS-CoV, o un virus muy similar, está circulando ampliamente en dromedarios en la región, como concluye su investigación, publicada en 'Lancet Infectious Diseases'. También hallaron niveles bajos de anticuerpos de MERS-CoV en el 14 por ciento de las muestras de suero tomadas de dos manadas de dromedarios en las Islas Canarias.
Según los autores, "los dromedarios analizados en Oriente Medio (Omán) dieron más a menudo positivo y tenían niveles mucho más altos de anticuerpos contra el MERS-CoV que los dromedarios de España. La mejor manera de explicar esto es que hay es un virus MERS-CoV circulando en dromedarios, pero que el comportamiento de este virus en Oriente Medio es algo diferente al de España".
Mientras que análisis recientes han demostrado que el virus MERS-CoV se puede replicar en líneas celulares procedentes de murciélagos, que se pensó que eran la fuente de los brotes del coronavirus SARS en 2002/03, parece poco probable que el virus se transmita directamente de los murciélagos a los humanos, dadas las costumbres generalmente tímidas y nocturnas de estas criaturas. Sin embargo, dado que la capacidad de transmisión de humano a humano del virus parece ser rara, muchos investigadores sospechan que existe otra especie animal que contagia el virus.
Un equipo internacional de investigadores dirigido por el doctor Chantal Reusken, del Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente en Bilthoven, Países Bajos, reunió 349 muestras de suero sanguíneo de una variedad de animales de ganado, incluidos dromedarios, vacas, ovejas y cabras, así como de algunos animales estrechamente relacionados con los dromedarios. Los animales eran de una variedad de diferentes países, entre ellos Omán, Países Bajos, España y Chile.
Los científicos analizaron las muestras de suero de sangre para la presencia de anticuerpos específicos de MERS-CoV, así como anticuerpos reactivos con el coronavirus del SARS, y otra cepa de coronavirus etiquetada como HCoV-OC43, que también puede infectar a los seres humanos y está estrechamente relacionada con una forma bovina del virus. Los investigadores no encontraron evidencia de reactividad cruzada entre los anticuerpos de MERS-CoV y los de SARS o HCoV-OC43, y confirmaron sus hallazgos mediante pruebas altamente específicas de neutralización del virus.
NO SE HALLARON ANTICUERPOS EN VACAS, OVEJAS Y CABRAS
Los resultados sugieren que la presencia de anticuerpos específicos de MERS-CoV es probable que indiquen infección previa con MERS-CoV, o un virus estrechamente relacionado, en algún punto de la historia del animal. No se encontraron anticuerpos MERS-CoV en el suero sanguíneo tomado de 160 vacas, ovejas y cabras de Países Bajos y España, pero sí se hallaron en todas las muestras de suero tomadas de 50 dromedarios en Omán. Las muestras de Omán se originaron a partir de una serie procedente de diferentes lugares del país, lo que sugiere que MERS-CoV, o un virus muy similar, está circulando ampliamente en dromedarios en la región.
También se encontraron niveles bajos de anticuerpos de MERS-CoV en el 14 por ciento (15) de las muestras de suero tomadas de dos manadas de dromedarios (105 camellos en total) de las Islas Canarias, antes no conocidas por ser un lugar donde circulara MERS-CoV. No se encontraron anticuerpos específicos contra el virus en las pruebas de 34 animales estrechamente relacionados con el dromedario, como camello bactriano, alpaca y llama en Países Bajos y Chile.
"Los dromedarios pueden ser un reservorio del virus que está causando MERS- CoV en los seres humanos. Los camellos dromedarios son una especie animal popular en Medio Oriente, donde se utilizan para las carreras, y también para la carne y la leche, por lo que hay diferentes tipos de contacto de los humanos con los animales que pueden llevar a la transmisión de un virus", matizan los investigadores.
"Los esfuerzos de investigación deben ahora centrarse en los estudios bien diseñados en animales en Medio Oriente, concentrándose en encontrar el virus que desencadena estos anticuerpos en dromedarios, y comparando eso con los casos de virus en humanos. Esto tendrá que hacerse no sólo a través de estudios veterinarios, sino también por un cuidadoso seguimiento de los nuevos pacientes humanos, que garantice recopilar toda la información posible sobre los contactos de los pacientes con los animales y los productos de origen animal, como la leche de camello", añaden.