MADRID 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
No hace mucho tiempo, en una fuente termal en Kamchatka (Rusia), dos grupos de microbios genéticamente indistinguibles se separaron. Estos microbios comenzaron a evolucionar en especies diferentes -a pesar de que compartían el mismo hábitat, e incluso continuaron con el intercambio de algunos genes, según los investigadores -este es uno de los primeros ejemplos de especiación ecológica en un microorganismo. Este nuevo estudio, dirigido por Rachel Whitaker, ha sido publicado en 'PLoS Biology'.
"Una de las grandes preguntas, desde Darwin en adelante, es cómo divergen las especies cuando siguen viviendo juntas", explica Whitaker, quien añade que "la respuesta a esta pregunta no está clara, incluso en macro-organismos que han sido estudiados durante cientos de años. Las bacterias y los microbios, concretamente, son aún más difíciles de estudiar, porque no tienen muchas maneras diferentes de compartir la información genética".
Para el nuevo estudio, el equipo se centró en Sulfolobus islandicus, una especie de arquea amante del calor, ya que es uno de los pocos microorganismos que viven en distintas poblaciones de los manantiales de agua caliente geotérmica de Islandia. Los investigadores secuenciaron los genomas de doce cepas de S. islandicus de una fuente termal en el Volcán Mutnovsky, situado en la región de Kamchatka. Mediante la comparación de secuencias en el cromosoma de los microbios, los investigadores fueron capaces de reconstruir la historia genética de cada una de las cepas.
El análisis reveló dos grupos distintos de S. islandicus, entre doce cepas. Los microbios intercambiaban genes con miembros de su propio grupo más de lo esperado, pero el intercambio de genes con otros grupos fue menos -el intercambio de material genético entre los dos grupos fue disminuyendo con el tiempo. Esto indica que los dos grupos ya son especies diferentes, aunque compartan el mismo hábitat. Las diferencias entre los dos grupos fueron leves, pero la especiación estaba claramente en marcha.
Analizando más de cerca en el cromosoma, los investigadores observaron grandes 'continentes' de variación y pequeñas 'islas' de estabilidad -estas islas, probablemente, representan regiones de baja recombinación. Según Whitaker, esto, combinado con la selección, reduce la variación en estas regiones. Las regiones variables son más fluidas, con genes que van y vienen (un proceso llamado 'recombinación'), aumentando la diversidad.
"Este estudio ofrece una visión de la profunda diversidad genética que ocurre en las poblaciones microbianas salvajes", concluye Whitaker.