MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Tecnología Biomédica (CTB) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han participado en un estudio junto a la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad de Reading (Reino Unido) que ha desvelado la posible existencia de subtipos de pacientes de Parkinson, por lo que a partir de este nuevo conocimiento, han aplicado técnicas de inteligencia artificial para la detección del temblor en los pacientes de los grupos hallados.
El tratamiento de la enfermedad de Parkinson es a día de hoy una tarea compleja. La primera opción es la medicación oral, que consiste en el suministro de levodopa para aliviar la principal sintomatología de la enfermedad, sin embargo no se adapta correctamente a la evolución de la enfermedad.
Debido a que esta medicación no siempre funciona, algunos pacientes son sometidos a tratamiento quirúrgico para ser tratados con estimulación cerebral profunda. Esta terapia consiste en la implantación de electrodos que aplican una estimulación eléctrica justo en las estructuras cerebrales afectadas.
Por ello, lo que proponen los investigadores de la UPM de Madrid, es conseguir una estimulación cerebral bajo demanda que palie los síntomas de la enfermedad de una manera más inteligente, lo que en el futuro redundará en una mejor calidad de vida de los pacientes.
En este sentido, el estudio propone la detección del temblor en tiempo real basado en redes de neuronas artificiales a través del desarrollo de una herramienta que aprenda diferentes características de la señal cerebral cando el paciente tiembla.
De esta forma, entrenando dicha máquina, ésta sería capaz de decidir cuándo el paciente está sufriendo un episodio de temblor y cuándo no, proporcionado al paciente una estimulación cuando lo sufra.
Por último, esta máquina permitiría a las estructuras cerebrales realizar su función de manera normal cuando el paciente no presente síntomas, en lugar de ser estimuladas todo el rato; y, por otro lado, el uso de la batería sería más eficiente, alargando su vida útil y, por tanto, el tiempo de uso antes de pasar por cirugía a sustituirla.