MADRID 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del UT Southwestern Medical Center han descubierto un conjunto de mecanismos biológicos por los que los estrógenos ejercen sus efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular, al margen de la acción de las hormonas sobre el cáncer, lo que sugiere que los fármacos dirigidos a una subpoblación específica de receptores de estrógenos situados fuera del núcleo celular podría mejorar el tratamiento con estrógenos. Este hallazgo saldrá publicado el 1 de julio 'on line' en 'Journal of Clinical Investigation'.
Según el profesor de Pediatría Philip Shaul, investigador principal "encontrar una vía para conseguir los beneficios de los estrógenos sin elevar el riesgo de cáncer en las mujeres es algo que podría marcar una gran diferencia para mucha gente".
Los receptores de estrógenos --las moléculas que sirven de 'puntos de anclaje' para las hormonas-- se encuentran normalmente en el núcleo de las células. Sin embargo, una pequeña subpoblación de estos receptores se encuentra también fuera del núcleo de ciertas células, incluidas las células endoteliales que forma las venas y las arterias.
Los autores de este estudio crearon y probaron en ratones una molécula sintética para determinar el mecanismo por el que los estrógenos benefician la salud cardiovascular. Esta nueva molécula es un modulador selectivo de receptores estrogénicos (SERM). Tamoxifeno, un fármaco que toman millones de pacientes con cáncer de mama, también es un SERM.
"Hemos descubierto que una pequeña población de receptores de estrógenos que se encuentran fuera del núcleo de las células endoteliales tienen un sólo medio para activar el crecimiento y la migración celular, importante para el mantenimiento y reparación de los vasos sanguíneos y para regular la producción de oxido nítrico, una molécula protectora en el sistema vascular", ha indicado el profesor Shaul.
"Mientras que todos los fármacos relacionados con los estrógenos que existen en la actualidad cambian la función de los receptores que estimulan el crecimiento de las células cancerígenas, esta molécula sintética se dirige sólo a los receptores de estrógenos no nucleares. Estamos en una etapa donde podemos empezar a pensar en cómo trasladar estos descubrimientos al tratamiento en pacientes", indicó.
Por lo general, las mujeres tienen un menor riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular hasta la menopausia, cuando bajan sus niveles de estrógenos. La hormona tiene el potencial suficiente para proteger a las mujeres de los ataques al corazón y los ictus manteniendo la salud de sus vasos sanguíneos. Sin embargo, esto puede también alimentar el crecimiento del tumor en los tejidos reproductivos. La terapia hormonal de sustitución, que normalmente incluye estrógenos, se usa para evitar la osteoporosis y los síntomas de la menopausia.
En este estudio, los investigadores examinaron ratones hembra con altos niveles de colesterol y las arterias carótidas dañadas, que se bloquearían si se extrajesen los ovarios, imitando a las enfermedades arteriales del corazón y el cerebro que causan los ataques y los ictus.
Cuando los investigadores trataron a los ratones dañados con esta nueva molécula, las arterias permanecieron limpias y sin obstrucciones. Otros estudios demostraron que los estrógenos tenían este mismo efecto. "El colesterol es extremadamente alto en estos ratones y están en riesgo de sufrir graves enfermedades cardiovasculares, esta nueva molécula todavía no puede prevenir completamente este problema", señaló.
El equipo de investigadores quiso también determinar si el mecanismo que promueve la salud de los vasos sanguíneos es diferente del que promueve el cáncer. Para ello, estudiaron cómo las células uterinas normales y las cancerosas respondían a la nueva molécula sintética. Descubrieron que, mientras que los estrógenos causaban un importante crecimiento tanto de las células uterinas cancerosas como de las normales, la molécula sintética no lo hacía. Además, en experimentos que evaluaron en crecimiento del cáncer de mama en ratones, los tumores crecieron considerablemente con los estrógenos, pero no con el nuevo SERM.
Según el doctor Shaul, estos descubrimientos sugieren que esta molécula ayuda a mantener la salud vascular sin ejercer efectos adversos sobre el riesgo de cáncer. Destacó que esta aproximación es aplicable tanto a hombres como mujeres y no se limita a los individuos más mayores. Aunque esta molécula se ha probado sólo en ratones, este investigador está estudiando esta misma molécula para su potencial uso en pacientes.