Guía para el uso seguro de opioides para pacientes terminales

Unidad de Recuperación Postanestésica del Hospital Universitario de La Candelari
CEDIDA.
Actualizado: martes, 19 octubre 2010 13:14

SEVILLA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un grupo multidisciplinar de profesionales que trabajan en el Plan Integral del Dolor de Andalucía, puesto en marcha por la Consejería de Salud, ha elaborado una guía de práctica clínica orientada al uso seguro de opioides en pacientes que se encuentren en situación terminal.

En concreto, este manual incluye un decálogo de buenas prácticas en la dispensación de estos medicamentos, un documento en el que se especifican las distintas categorías de opioides que existen, las principales interacciones que aparecen cuando se toman en combinación con otros fármacos, y cómo cambiar y ajustar la dosis de tratamiento de manera segura.

Asimismo, publica una investigación realizado por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) en el que han participado 42 personas en situación terminal de Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla, de entre 22 y 85 años.

El estudio, según han informado a Europa Press fuentes de Salud, que han recordado que este lunes 18 se conmemora el Día Mundial contra el Dolor, ha consistido en efectuar entrevistas a pacientes con dolor con la intención de conocer su opinión sobre los opioides.

También se le ha pedido su opinión acerca de la efectividad de estos opioides para controlar el dolor, identificar los resultados de estos fármacos y los efectos secundarios más frecuentes, así como las razones que justifican el abandono de la medicación y el formato de presentación más cómodo para continuar con el tratamiento.

Los profesionales del sistema sanitario público andaluz dispensaron en 2009 cerca de 2,5 millones de opioides, lo que supuso un gasto de 47,3 millones de euros. De enero a agosto de este año, se han recetado 1,8 millones de unidades de estos fármacos, con un coste de 32, 6 millones de euros.

La guía de práctica clínica será presentada el próximo mes de diciembre, en el Encuentro Anual de Procesos Asistenciales Integrados. En su elaboración han participado farmacéuticos, oncólogos, internistas, enfermeras, anestesistas, preventivistas y médicos de atención primaria.

Estos profesionales han seguido una metodología muy rigurosa, que incluye el sistema internacional GRADE para la valoración de las evidencias y la redacción de las recomendaciones. Esto permite hacer una apuesta de futuro y solicitar su inclusión en la Guía Salud del Ministerio de Sanidad e incluso traducir su contenido para que pueda usarse en cualquier país del mundo.

PLAN DEL DOLOR

Andalucía es la única comunidad autónoma que cuenta actualmente con un plan que aborda el tratamiento del dolor. Esta iniciativa permite tratarlo tanto en su prevención primaria y en su detección precoz como en su seguimiento y tratamiento para la disminución de su impacto y complicaciones. Asimismo, ya se trabaja para que esta estrategia permita el desarrollo de nuevos modelos de organización que garanticen la accesibilidad de los pacientes.

El objetivo de la Consejería de Salud con este plan es que los profesionales se forme en parte de sus líneas curriculares de las universidades y escuelas en esta temática. Esta medida contribuirá, además, a generar conocimiento a través de la investigación que permita seguir avanzando en el tratamiento de estas personas.

El plan formativo, que se implementará a lo largo de 2011, incluirá a los profesionales del ámbito médico, de la enfermería, de la fisioterapia, la rehabilitación y la salud mental del sistema sanitario público andaluz, y se completará con los cursos de pregrado y postgrado para que cuando los nuevos profesionales terminen su etapa formativa tengan incorporado en su mapa de competencias el tratamiento del dolor.

Según el último informe 'Pain in Europa' en su muestra española, el dolor tiene serias consecuencias emocionales, sociales e incluso económicas para el paciente, e incrementa por cinco la probabilidad de utilización de servicios sanitarios. Así, el 11 por ciento de la población sufre dolor crónico a lo largo de una media de nueve años. De ellos, el 22 por ciento necesita entre 5 y 10 años para alcanzar un control adecuado de este dolor.