MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
La farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) ha aceptado pagar una multa de 3.000 millones de dólares (unos 2.380 millones de euros) después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos la haya acusado de varios delitos menores relacionados con la comercialización fraudulenta de varios de sus fármacos.
"Es el mayor fraude sanitario de la historia", según ha declarado el Gobierno estadounidense, después de haber comprobado que la compañía recomendaba sus antidepresivos 'Paxil' y 'Wellbutrin' para indicaciones no aprobadas.
En concreto, la acusan de defender el uso del primero para menores de 18 años cuando sólo se había aprobado su uso en adultos, mientras que recomendaban el uso del segundo para tratar la pérdida de peso o la disfunción eréctil cuando sólo estaba aprobada como tratamiento para la depresión.
De igual modo, culpan a GSK de haber ocultado a la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) datos de seguridad sobre su fármaco para la diabetes 'Avandia'; de haber publicado una investigación engañosa en una revista médica y de pagar a médicos tratamientos y comidas a cambio de que receten sus fármacos.
Tales irregularidades se cometieron durante la década de los 90 y continuaron, en el caso de 'Avandia', hasta 2007, según ha admitido la compañía, cuyo CEO, Andrew Witty, reconoce que esta mala conducta pertenece a tiempos pasados y no volverá a repetirse.
En total, la farmacéutica deberá pagar 1 millón de dólares (unos 790 millones de euros) en concepto de multas penales y dos más (unos 1.500 millones de euros) por multas civiles, aunque la sanción todavía requiere la aprobación del tribunal.
La sanción supera al que hasta ahora era el mayor caso de fraude protagonizado por una farmacéutica en Estados Unidos, por el que Pfizer tuvo que pagar 2,3 millones de dólares tras ser acusado de errores en la comercialización de 13 medicamentos.