PEKÍN, 6 May. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
La feria internacional de Cantón, la más grande del mundo, es un fiel reflejo de los tiempos, y si hace unos meses ya acusó una caída de las ventas por culpa de la crisis, ahora las mascarillas contra la nueva gripe se han convertido en el gran éxito de ventas.
Según informa hoy la prensa china, el brote de gripe A (H1N1) ha incrementado exponencialmente los pedidos de productos sanitarios en la feria. "Los clientes llegaban a nuestro puesto y se cubrían la boca con las manos en señal de que querían comprar mascarillas. Hay tantos clientes que nos estamos quedando sin existencias", comentó a la agencia oficial Xinhua Li Yan, representante de la empresa de artículos sanitarios Conghua Puyuan Health Articles Factory.
La agencia cita a otro fabricante local de mascarillas, la compañía Fuzelong, que confirma haber recibido en tres días encargos de compra de tres millones de máscaras, frente a las 500.000 que solían vender otros años.
Los vendedores no han desaprovechado la oportunidad y los precios se han multiplicado un 300 por ciento, de acuerdo con la web de 'China Daily'. "Los precios se han duplicado o incluso triplicado, esto va más allá de nuestras expectativas", comentó al diario Zhou Yuehua, representante de otra compañía, Guangdong Medicines and Health Products Import and Export Corp.
De hecho, esta empresa acababa de recibir un encargo de cuatro millones de mascarillas de una empresa de Estados Unidos. "Nos va a resultar difícil fabricarlas en medio mes, porque normalmente sólo producimos 300.000 mascarillas al día", reconoció.
Otros productos médicos, como los termómetros, también se han incluido entre los productos más buscados de la feria, que se organiza dos veces al año y que, según los organizadores, contará con la asistencia de 17.400 compradores internacionales en esta convocatoria.
Los efectos de la nueva gripe no sólo se han dejado ver en los productos más buscados, sino también en los controles médicos aplicados a los asistentes llegados de países como México y Estados Unidos, a los que se les sometió a chequeos médicos antes de dejarles pasar.