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PEKIN, 10 Ene. (Reuters/EP) -
El Ministerio de Sanidad de China ha ordenado detener todos los ensayos clínicos con terapias experimentales con células madre todavía no autorizadas, al tiempo que también ha decidido dejar de aceptar nuevas solicitudes de aprobación para estos tratamientos.
Así lo han confirmado las autoridades sanitarias del país asiático, que con esta medida pretende regular mejor este sector ante la gran cantidad de terapias de este tipo que se ofrecen en el país, informa la agencia estatal Xinhua. La prohibición se mantendrá hasta julio.
En los últimos tiempos están aumentando los centros que ofrecen terapias con células madre todavía experimentales para el tratamiento de enfermedades tan variadas como el cáncer, el Alzheimer o lesiones medulares, sin que haya evidencia científica concluyente sobre su eficacia.
Entre estos centros se encuentran grandes hospitales, donde los pacientes pagan miles de dólares por tratamientos que se publicitan en Internet, lo que atrae tanto a nacionales como a personas de todo el mundo, disparando el llamado "turismo científico" hacia el país.
El problema, según han explicado a Reuters pacientes, familiares y médicos, es que hay personas que luego son dadas de alta con pocas o ninguna mejora y, en algunos casos, acaban falleciendo.
El portavoz del ministerio de Sanidad ha indicado que tras esta nueva orden, emitida en conjunto con la Administración Estatal de Alimentos y Fármacos de China (SFDA), los proveedores de salud ya no podrán cobrar por aplicaciones de células madre experimentales.
Los científicos especializados en células madre y los expertos en ética médica recibieron con buenos ojos la medida, aunque cuestionaron cómo podrá llevarse a cabo, ya que "muchos hospitales están afiliados con organizaciones del Gobierno como el Ejército (...) y las fuerzas policiales domésticas", dijo Doug Sipp, investigador de ética en la aplicación de células madre del Centro RIKEN de Biología en Desarrollo, en Japón.
Sipp reconoce que los tratamientos normalmente sólo deberían llevarse a la práctica tras haber demostrado su eficacia en ensayos clínicos y obtener la consiguiente aprobación.