MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Español de Trabajo de Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) colaboran para impulsar el diagnóstico precoz de las enfermedades de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
En concreto, se persigue evitar la demora diagnóstica, "mejorando el proceso de sospecha diagnóstica y la derivación directa a las unidades de EII", indica la doctora Mercedes Ricote Belinchón, médica de familia y miembro del Grupo de Trabajo de Aparato Digestivo de SEMERGEN, involucrada en el proyecto.
En 2021, representantes de ambas organizaciones iniciaron esta colaboración, con la realización de una encuesta entre sus socios, para conocer en qué aspectos se podría mejorar y cómo llevarlos a la práctica con propuestas concretas a implementar en la actividad diaria de ambas especialidades.
Los resultados de la encuesta para conocer las necesidades desde Atención Primaria (AP) y las de los especialistas en gastroenterología, a la que han respondido unos 400 profesionales de toda España, permitirá definir las responsabilidades de todos los sanitarios implicados en el manejo de estos pacientes, y la generación de procesos y protocolos consensuados para el diagnóstico y la derivación.
Las enfermedades de Crohn y colitis ulcerosa "son cada vez más frecuentes y se manifiestan a edades más tempranas", según indica la doctora Pilar Nos Mateu, expresidenta de GETECCU y una de las impulsoras del proyecto de colaboración GETECCU-SEMERGEN.
Son pacientes que sufren, de manera habitual, síntomas como diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso, malestar general, fatiga, tenesmo (sensación constante de necesidad de defecar, aunque los intestinos ya estén vacíos, que puede acompañarse de dolor, cólicos y esfuerzo para defecar) y fiebre, entre otros.
El problema inicial de estas enfermedades es que cursan con síntomas, que "se solapan con otras enfermedades intestinales, por lo que hay que hacer un diagnóstico diferencial, normalmente desde primaria", asegura la doctora Ricote.
Entre los objetivos del mismo, destaca el diagnóstico precoz de los casos, pues "desde que el paciente detecta los primeros hasta que acude a consulta con su médico pueden pasar entre 1 y 2 meses, y desde esa primera consulta con el médico de atención primaria hasta la derivación a la unidad de digestivo, pasan entre 4 y 8 semanas, por lo que el diagnóstico definitivo puede tardar".
"La calidad de vida de los pacientes que padecen EII se ve muy mermada, afectando muchísimo a las esferas social, familiar, laboral, etc. Se trata de una enfermedad poco conocida y que supone un auténtico problema para las personas que la padecen, a las que les cuesta referir sus síntomas aunque", continúa la doctora Nos.
Para los expertos, es importante el conocimiento de otras patologías en el paciente que pueden influir en el tratamiento. "El médico de AP es el que mejor conoce la historia clínica y puede compartirla con el especialista para el mejor tratamiento de los pacientes", recalca.