MADRID 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, desde el Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínicala (SEIMC), GeSIDA, se solicita que se preste mayor atención a aquellas cuestiones de índole biológica y social que hacen necesario que el VIH en las mujeres sea abordado de forma diferenciada respecto al hombre.
En España, como sucede en otros países europeos, el porcentaje de mujeres con VIH ha sido siempre inferior al de hombres, situándose en la actualidad en el 15 por ciento, aunque se suelen diagnosticar más tarde y, por consiguiente, en peor situación inmunológica que los varones. A fin de mejorar estos aspectos, desde este Grupo de Estudio se insiste en la necesidad de establecer estrategias diferenciadas. Esto ha de ponerse de manifiesto, por ejemplo, en la investigación.
"Los estudios y ensayos clínicos tradicionalmente han incluido más participantes varones, sobre todo a hombres que mantienen sexo con otros hombres. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que hay diferencias en algunos aspectos de la patogénesis de la enfermedad entre el hombre y la mujer, al igual que la toxicidad y tolerabilidad de los fármacos puede ser diferente en ambos sexos", destaca la doctora Rosario Palacios, presidenta de GeSIDA.
"Y hay que recordar que las mujeres tienen casi el doble de probabilidad que los hombres de contraer el VIH a través de un coito vaginal no protegido, dada la fragilidad de la mucosa vaginal ante una mayor capacidad infectiva del semen", añade.
El desarrollo de estudios específicos en mujeres también debe contemplar la evolución de su organismo a lo largo de las diferentes etapas de la vida. Por ejemplo, en la menopausia, donde se produce una pérdida de estrógenos que se suma a las alteraciones metabólicas del tratamiento.
"Dado que la esperanza de vida de las personas con VIH está creciendo debido a la mejora de los tratamientos, es importante abordar los síntomas de la menopausia y sus consecuencias fisiológicas en las mujeres con VIH, para abordarlas de la manera más adecuada. Asimismo, debe contemplarse la necesidad de realizar cribado de cánceres y otros problemas de salud, como el riesgo cardiovascular y de fracturas, así como el manejo integral de las comorbilidades considerando todos los aspectos", subraya la doctora Palacios.
El abordaje del VIH en la mujer embarazada es, posiblemente, el ámbito de la mujer en el que más se ha avanzado y en el que se cuenta con una evidencia más sólida gracias a la realización de continuos estudios clínicos y la renovación de documentos de consenso multidisciplinar, como el recientemente publicado por GeSIDA junto a otras sociedades científicas. El tratamiento preconcepción es hoy día la estrategia más eficaz para evitar la transmisión vertical.
Además de las diferencias puramente biológicas, los factores que pueden incidir más en la vulnerabilidad de las mujeres al VIH son de carácter social, económico y cultural. A nivel global, la desigualdad en las relaciones sociales, afectivas y sexuales ponen a las mujeres en situación de riesgo frente al VIH. Las desigualdades de poder y la dependencia económica condicionan asimismo la información, e influyen en la toma de decisiones en cuanto a la salud sexual.
A pesar del aumento del uso del preservativo desde mediados de los años 80 y el cambio hacia conductas sexuales más saludables, la situación actual mantiene desigualdades de género en salud sexual y reproductiva, especialmente en los estratos socioeconómicos más bajos. Las chicas siguen teniendo presiones para mantener relaciones sexuales precoces -en ocasiones son incluso víctimas de violencia sexual o de género-, escasa capacidad para negociar el uso del preservativo y deben asumir la responsabilidad y posibles consecuencias de la anticoncepción de emergencia, la infección por VIH y otras ITS.