MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Investigación del Instituto Douglas, afiliado a la Universidad de McGill, en Montreal, Canadá, han aislado un gen, DCC, que es responsable de la conectividad de la dopamina en la corteza prefrontal media durante la adolescencia. En su investigación realizada en ratones, publicada en 'Translational Psychiatry', han demostrado que la disfunción de este gen durante la adolescencia tiene consecuencias en el comportamiento que llegan hasta la edad adulta.
El descubrimiento ofrece las primeras pistas hacia una comprensión más completa de esta importante fase del desarrollo del cerebro. "Ciertos trastornos psiquiátricos pueden estar relacionados con alteraciones en la función de la corteza prefrontal y la evolución de la actividad de la dopamina en el cerebro", dice la autora principal del trabajo, Cecilia Flores, profesora en el Departamento de Psiquiatría de McGill, matizando que el "cableado" de la corteza prefrontal continúa desarrollándose hasta la edad adulta temprana, aunque hasta ahora se desconocían sus mecanismos.
Incluso variaciones sutiles en DCC durante la adolescencia producen alteraciones significativas en la función de la corteza prefrontal más adelante. Para determinar si los resultados de esta investigación básica se pueden traducir en sujetos humanos, los científicos examinaron la expresión de DCC en cerebros postmortem de personas que se habían suicidado y, sorprendentemente, estos cerebros mostraron niveles más altos de expresión de DCC, alrededor de un 48 por ciento más altos en comparación con los sujetos control.
"La corteza prefrontal se asocia con el juicio, la toma de decisiones y la flexibilidad mental o con la capacidad de cambiar de planes cuando se enfrentan a un obstáculo --explica Flores--. Su funcionamiento es importante para el aprendizaje, la motivación y los procesos cognitivos. Dado su prolongado desarrollo hasta la edad adulta, esta región es particularmente susceptible de ser moldeada por las experiencias de la vida en la adolescencia, como el estrés y el abuso de drogas y esas alteraciones en el desarrollo de la corteza prefrontal pueden tener consecuencias a largo plazo más adelante en la vida" .
Al identificar la primera molécula implicada en la forma en que el sistema de la dopamina prefrontal madura, los científicos ahora tienen un objetivo para investigar el desarrollo de terapias farmacológicas y de otro tipo. "Sabemos que el gen DCC puede ser alterado por las experiencias en la adolescencia", insiste Flores, agregando que esto da esperanza, porque la terapia, incluyendo el apoyo social, es en sí un tipo de experiencia que podrían modificar la función del gen DCC en ese momento crítico y, tal vez, reducir la vulnerabilidad a la enfermedad.