La oposición pide "señales" y los populares reprueban a los que "tan mal salieron parados" en la defensa de lo público
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El proyecto de presupuestos para 2012 ha seguido su tramitación en la Cámara gallega este viernes con el debate en comisión de las enmiendas que los grupos de la oposición presentaron al articulado del texto, y entre las que se encontraban crear un nuevo tramo del IRPF o subir la imposición para las rentas más altas, así como garantizar que la financiación de la sanidad se realizará sin copago, propuestas que fueron rechazadas.
Las enmiendas al articulado, 54 presentadas por el PSdeG y 13 por el BNG (una no ha sido admitida), son las que buscan cambiar la filosofía de los presupuestos, que responden a una "planificación rigurosa" y al objetivo de "estabilidad presupuestaria", como ha destacado el Gobierno gallego desde su presentación y este viernes ha recordado el diputado popular Alberto Sueiro.
"No debemos ser enmendados por los que salieron tan mal parados en la defensa de lo público", advirtió a la oposición ante las palabras de la socialista María José Caride, que vio "retratados" a los populares en estas cuentas.
Sin embargo, socialistas y nacionalistas, que se apoyaron mutuamente la gran mayoría de este conjunto de enmiendas --que no mueven cuantías específicas propiamente, sino que introducen cambios de contenido--, reclamaron "señales" dirigidas a la población, en palabras del diputado nacionalista Carlos Aymerich, como un nuevo tramo del IRPF, para hacer ver que "todos tiran del carro, y no que los de siempre tiran de él y otros van subidos".
"Son fríos y duros con quien menos tiene", ha denunciado la socialista María José Caride, quien ha criticado que el Gobierno gallego sea "valiente para privatizar o para el copago, pero cobarde para la defensa de lo público y para pedir a quien más tiene que haga un esfuerzo".
CONTENIDO ENMIENDAS
Las enmiendas referidas a estas argumentaciones son las número seis del PSdeG y del BNG, que en este caso, además del rechazo del PPdeG, contó con la abstención de los socialistas.
Los nacionalistas propusieron crear, en el tramo autonómico, una escala para los que cobran más de 100.000 euros anuales, con un porcentaje aplicable del 25,5 por ciento. "No nos parece nada extraordinario", ha manifestado Aymerich, quien recuerda que los países del entorno tienen gravámenes por encima a los de España.
Por su lado, los socialistas, que sí recibieron el apoyo del BNG, pedían que, dentro de la declaración individual, se aumentase un punto para el tramo entre 60.001 y 120.000 euros; y otro punto para una declaración conjunta entre 90.001 y 150.000 euros y dos a partir de 150.001 euros.
COPAGO Y AYUDAS A HIJOS
Al margen de estas propuestas, la diputada del PSdeG volvió a proponer "blindar" los servicios públicos. "Los presupuestos de la Xunta garantizarán la prestación universal y gratuita de la asistencia sanitaria a todos los empadronados", reza una de las enmiendas rechazadas (número 51).
Otra (la número 52) reclama poner por escrito que "el Gobierno garantizará los costes de prestación de los servicios públicos (...) y que la sanidad pública y universal se financiará sin copago, ni directo ni indirecto".
Por su parte, el diputado nacionalista ha hecho hincapié en la necesidad de que las personas que tengan a cargo hijos de menos de tres años puedan acceder a la prestación de 360 euros sin distinción cuando los rendimientos no superen los 23.000 euros.
En la actual redacción de la disposición adicional quinta, se excluyen de esta prestación a las personas que, de forma voluntaria, y aun sin llegar al mínimo obligatorio para presentar la renta, hayan presentado la declaración a Hacienda.
Esto, tal y como ha explicado Aymerich, impide acceder a esta ayuda a unidades familiares con 10.000 euros de ingresos que hiciesen la declaración o personas que, sin alcanzar el mínimo obligatorio, hubiesen tenido dos pagadores (lo que obliga a presentar la declaración).
Los nacionalistas también demandaban modificar la tasa de reposición en los empleados públicos, de forma que no se computen las bajas en plazas o se excluyan del límite marcado por el Estado los ámbitos de educación o sanidad.
A este respecto, el popular Alberto Sueiro ha replicado advirtiendo de que es un "acuerdo" de la comisión bilateral que "lo impide". "No es aceptable desde el punto y hora que es una disposición de la comisión bilateral, aún queriendo, hay un acuerdo", ha remachado.
ANÉCDOTA EN LAS VOTACIONES
La anécdota de la comisión llegó a la hora de las votaciones, que en el caso de la Comisión de Economía suelen ser habitualmente complicadas por la disección de enmiendas para que los grupos puedan tomar posición específica.
En este caso, y por acuerdo de los tres grupos --como así lo requiere el reglamento para estos casos--, fue necesario repetir la votación de las únicas dos enmiendas que la ponencia proponía aceptar y cuyo carácter es técnico.
Por error al no entender que se estaban sometiendo a votación esas dos enmiendas, los diputados del PPdeG no levantaron la mano, con lo que en un primer momento no prosperó la recomendación realizada por el propio Grupo Popular en ponencia.
Aunque podía ser corregida esta votación en el pleno, el acuerdo de los tres grupos permitió que se incorporasen las dos enmiendas al texto de la ponencia, que en todo caso, sólo contó con el voto favorable de los populares.