La polipíldora es una nueva medicación que integra "tres píldoras en una", por lo que será "más asequible" para el paciente
SANTANDER, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), Valentín Fuster, ha señalado este martes en Santander que las enfermedades cardiovasculares son "una epidemia de gran envergadura" a nivel mundial porque "la sociedad no se cree vulnerable" y los sistemas de salud tienen "una comunicación compleja" hacia el ciudadano.
Así lo ha indicado Fuster, que también es director del Instituto Cardiovascular del Centro Médico Mount Sinai de Nueva York, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde imparte el curso magistral 'The two transitions of the decade 2011-2020. From cardiovascular disease to health and from the heart to the brain' (Las dos transiciones de la década 2011-2020. Por enfermedad cardiovascular a la salud y desde el corazón hacia el cerebro).
Las enfermedades cardiovasculares son además "una epidemia difícil de parar" pero, según ha señalado este experto, será "posible" remitirla si se educa a los ciudadanos para que sean "conscientes de la importancia de la salud" y de "cuáles son los factores de riesgo" que aumentan las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Fuster también ha destacado que hay que mejorar "la comunicabilidad" entre los pacientes y los médicos, hacer que ésta sea "más fluida", para que las personas redunden en "la importancia de la salud", que ha de ser "una prioridad" en la sociedad actual.
Además, ha indicado que "la ciencia es la verdad", por lo que toda la información derivada de los estudios científicos es "una verdad" que ha de transmitirse a los ciudadanos, y hacerlo en "terreno fértil", es decir, desde los jóvenes, los niños, que poseen "la recepción más importante del elemento humano".
En este sentido, el cardiólogo ha destacado que educar en salud desde la edad temprana es "un reto" en el que hay que "parar la atención" porque el gasto económico derivado del tratamiento de las enfermedades cardiovasculares es "enorme", un gasto que sería menor "si se promoviese la salud" desde la infancia.
Por ello, Fuster ha señalado que las "estrategias" que pueden "tener efectos para parar esta epidemia" pasan por hacer que la sociedad sea "consciente" de estas enfermedades y su "vulnerabilidad" ante ellas; "mejorar la comunicación" de los sistemas de salud; y realizar proyectos innovadores como "educar en salud a los niños".
NUEVOS TRATAMIENTOS
Entre los nuevos tratamientos para las enfermedades cardiovasculares está la "polipildora", una medicación que será "más asequible" porque contiene "tres píldoras en una", y además su fabricación es "mucho más barata", aunque no se sabe cuándo se comercializará en España.
En concreto, Fuster ha explicado que se está estudiando en cinco países del mundo, y en uno de ellos, en Guatemala, ya se está suministrando a los pacientes que han sufrido algún episodio cardiovascular, que son requieren tomar está medicación.
Esta píldora será "más barata", lo que quizás permitirá que las tres cuartas partes de la población mundial que no tienen posibilidad económica de acceder a estos tratamientos, puedan tratarse de las enfermedades cardiovasculares, según ha relatado Fuster.
A este respecto, ha destacado que "la mortalidad" por enfermedad cardiovascular, así como las enfermedades de este tipo, "está aumentando" en la población, sobre todo por "la epidemia de la obesidad" que está creciendo tanto en "países ricos como pobres", aunque ha señalado que en unos y otros se llega "por caminos distintos" debido a las diferencias en los alimentos que se consumen.
RELACIÓN ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR Y ALZHEIMER
El cardiólogo también ha señalado que existe "una relación importante" entre las enfermedades cardiovasculares y el Alzheimer, ya que está última patología deriva de "un componente celular cerebral y de un componente cardiovascular".
Además, ha destacado que los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, como son el tabaquismo o el colesterol, también "aceleran la enfermedad del Alzheimer", que deriva de "un componente genético".
Así, Fuster ha recordado que cuando el doctor alemán Alois Alzheimer en 1906 descubrió esta enfermedad neurodegenerativa "la definió como una enfermedad cardiovascular".