Fuster apoya la retirada de los bollos de los colegios y la ley antitabaco porque reducirá enfermedades cardiovasculares

Actualizado: lunes, 27 septiembre 2010 21:07

El investigador lleva a la Comisión Europea un proyecto que investiga la actitud de los enfermos ante la enfermedad

NUEVA YORK (EE.UU.), 27 Sep. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Cristina Velázquez) -

El cardiólogo Valentín Fuster se ha mostrado a favor de las recientes medidas anunciadas por el Ministerio de Sanidad y Política Social de reducir la bollería industrial en los colegios y la reforma de la nueva ley antitabaco ya que son medidas que ayudan a reducir enfermedades cardiovasculares.

"Creo que necesitamos de la ley y decir que va en contra de la libertad humana es un absurdo cuando hablamos de cosas que tiene un impacto en el ser humano", ha señalado el director del Instituto Cardiovascular del Hospital Mount Sinai de Nueva York (EEUU), el doctor Fuster, en rueda de prensa posterior a su conferencia inaugural del primer Cardio Academy Annual Meeting, organizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y Boehringer Ingelheim, y celebrado en el HATCH Auditrorio del hospital norteamericano.

Asimismo, ha advertido de que los Gobiernos deben trabajar "con los niños, porque pueden ser la cuna de la prevención del futuro, y con los ancianos, porque se han de tratar y esto debe hacerse bien". A su juicio, el trabajo que se debe realizar no debe ser "simplista", aunque entiende que este trabajo "no interesa a los Gobiernos", ya que en su opinión son conscientes de que estas medidas pueden acabar con ellos.

El investigador llevará la próxima semana a la Comisión Europea un proyecto de investigación sobre la actitud de los enfermos ante la enfermedad. El estudio conjuntamente con el grupo de Copenhague (Dinamarca) se basa en un grupo de 30.000 individuos que no han tenido nunca un evento cardiovascular, se les va a seguir en un curso de tres años mediante una tecnología de imagen, de este modo se tratará de correlacionar lo visto anteriormente en una población muy amplia.

"Es un estudio sofisticado", según ha explicado este experto, ya que "cuantifica cómo uno mide sus cambios de vida y es un proyecto estadístico importante" que dará una visión diferente sobre cómo afectan los cambios de estilo de vida, "veremos de que dependen estos cambios, si se llevan a cabo y sino cambian que ocurre". "Es un trabajo fronterizo y difícil porque no cambia lo que es la parte psicológica con una epidemia vascular, lo que no es fácil y por lo que es un proyecto ambicioso", añade.

Este estudio se hace conjuntamente con el que se está llevando a cabo en España, y en el que se trabaja sobre una población de 1.000 personas. El proyecto que ha comenzado hace seis meses, se desarrolla en Aragón con trabajadores de General Motors, y una segunda parte con trabajadores del Banco Santander. "Tenemos el objetivo de seguir a unos 8.000 individuos que no han tenido nunca un evento cardiovascular, es estudiar con las tecnologías actuales quienes están desarrollando ya la enfermedad y cómo evoluciona", ha explicado.

Un estudio inicial del equipo de Fuster observó la situación de la población del ensayo y cómo se encuentran en un momento determinado para después poder ver eventos. En este caso se trata de personas jóvenes a los que se les va a seguir durante seis años, y a los que se estudiará cada tres para ver cómo evoluciona la situación, y establecer si es posible el cambiar la manera de vivir, "lo que se conoce como el control de los factores de riesgo una vez se les enseña cuál es la situación".

"Este proyecto se realiza con dos grupos distintos y mira dos facetas fundamentales en la enfermedad cardiovascular, que es cómo la tecnología puede identificar la enfermedad subclínica y, luego, como uno puede cambiar el estilo de vida una vez se sabe cual es la situación en España", ha añadido.

SEIS PROYECTOS DEL SHE

Por otra parte, desde la Fundación Science, Health and Education (SHE), de la que es fundador y presidente, en colaboración con instituciones sanitarias como es el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y empresa privada, se han puesto en marcha seis proyectos específicos de los que se espera se obtengan una respuesta concreta del comportamiento que debe ser modificado para obtener en el futuro una población con menos problemas cardiovasculares.

La primera iniciativa promovida por Fuster lleva en marcha desde comienzo de año en 26 colegios de Madrid con niños de tres a seis años a los que se pretende enseñar a alimentarse y mantener una vida cardiosaludable ya que, tal y como ha comentado en varias ocasiones, está comprobado que los hábitos adquiridos desde la infancia son más difíciles de olvidar.

"Se estudian características que son la importancia del ejercicio físico, de la nutrición, el conocer tu cuerpo, controlar las emociones y evitar la adicción; el problema de las emociones y la adicciones es que se entra demasiado tarde", ha explicado.

Un segundo proyecto estudia el comportamiento de la población de la Isla de Granada, donde gran parte de sus habitantes tiene sobrepeso. En este caso se está estudiando sus modelos de conductas, lo cuales intentan ser modificados a través de reuniones de terapia en grupo.

El tercer objeto de estudio es la ciudad de Nueva York, en la que este experto reside, y que en muy poco tiempo, "una legislatura", ha impuesto por ley a sus habitantes una serie de medidas que pretenden reducir la mortalidad y el sobrepeso. Estas medidas llevadas a cabo por su actual alcalde, Michael Bloomberg, limitan drásticamente el consumo de tabaco a los neoyorkinos, el uso del aceite de oliva, reducir el consumo de grasas y sal y, entre otras medias, e impone fuertes multas a los restaurante que sobrealimenten a sus clientes. A su juicio el ejemplo de Bloombegr en Nueva York ha desarrollado un modelo que se deberá seguir por el resto de países.

El cuarto proyecto se encuentra en África donde hasta hace poco enfermedades como la malaria y la tuberculosis eran las máximas preocupaciones, sin embargo en los últimos años se empiezan a ver un aumento de casos de enfermedades cardiovasculares. En este caso Fuster pretende "conocer como la enfermedad se desarrolla y educar a la población".

Por otra parte, en quinto lugar, se está estudiando la adherencia al tratamiento en poblaciones desarrollado frente a países en vías desarrollo donde no hay adherencia porque lo que falta son tratamientos.

Finalmente, existe un sexto proyecto, que busca "incentivar" con diferentes iniciativas a la gente joven en el ámbito de la investigación. Aquí se desarrolla una estrecha colaboración con el CNIC. "Sea un tema académico, clínico ó global, no hay ninguna duda de que hay que buscar a la gente joven", ha concluido.