MADRID 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Síndrome de Dravet y la Universidad de Tel Aviv han iniciado una colaboración para trabajar en el desarrollo de nuevas herramientas científicas para el estudio del síndrome de Dravet, una forma severa de epilepsia que afecta a 1 de cada 16.000 nacimientos.
Esta colaboración promoverá la búsqueda de nuevos tratamientos para los pacientes que sufren esta enfermedad, mejorando su calidad de vida y la de sus cuidadores. Y es que, los pacientes con esta encefalopatía epiléptica del desarrollo padecen graves y frecuentes crisis epilépticas, así como retraso en el comportamiento y en el habla, y problemas motores y de comportamiento, entre otras comorbilidades.
Al considerarse una enfermedad poco frecuente, la falta de especialistas con conocimientos suficientes para su óptimo tratamiento y la menor inversión en su investigación suponen una limitación para que personas con síndrome de Dravet puedan conseguir un diagnóstico correcto temprano y el acceso a nuevos fármacos y terapias.
En ese contexto y con el objetivo final de mejorar la calidad de vida de los pacientes, la Fundación Síndrome de Dravet, que desde su nacimiento en 2011 crea conciencia, apoya a las familias y promueve la investigación en el síndrome de Dravet, colabora con el grupo israelí de la doctora en la Universidad de Tel Aviv, Moran Rubinstein, con el fin de desarrollar nuevas estrategias de tratamiento para el síndrome de Dravet.
Siguiendo con esta línea de cooperación, la Fundación Síndrome de Dravet y la Universidad de Tel Aviv, con la doctora Rubinstein a la cabeza, inician un convenio en el que durante los próximos dos años pretenden poner a disposición de la comunidad científica internacional nuevos conocimientos y herramientas para el estudio del síndrome de Dravet.
Dichas herramientas serán de acceso abierto y estarán a disposición de todos aquellos investigadores que los soliciten, lo cual ayudará al rápido avance en el conocimiento y desarrollo de nuevos tratamientos para el síndrome de Dravet.
"Esta colaboración permitirá ampliar el campo de investigación del síndrome de Dravet, lo cual, sin duda alguna, ayudará a trabajar por mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes como de todas las personas que comparten su día a día con ellos", ha dicho el presidente de la Fundación Síndrome de Dravet, José Ángel Aibar.