MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Ruta de la Luz, Equatorial Coca-Cola y Fundación Elena Barraquer han realizado revisiones ópticas, y donado gafas nuevas, a varias personas de Guinea Conakry, a través del proyecto 'Let your eyes enjoy'.
"Emocionante por la gratitud recibida de cada una de las personas revisadas, una gratitud sincera y profunda que me hizo sentir una felicidad inmensa", ha declarado la óptico-optometrista Edurne Erquicia, voluntaria de la Fundación Cione Ruta de la Luz.
En concreto, en esta expedición han colaborado dos ópticos-optometristas de la Ruta de la Luz, oftalmólogos y otros profesionales sanitarios, que se han instalado en el Hospital Flamboyants de Conakry, donde han realizado 227 operaciones de cataratas, mientras que el óptico-optométrico revisó la vista de 560 personas.
Además, todas aquellas que necesitan gafas (280), las recibirán nuevas una vez sean fabricadas y ensambladas, ex profeso para su caso, en los talleres solidarios de la Fundación Cione Ruta de la Luz en España. Además, los profesionales de la salud visual entregaron otras 82 gafas premontadas, que cubrían los defectos refractivos más habituales.
En cuanto a las patologías, una de las más habituales era la catarata congénita, traumática y ligada a la edad. Igualmente los voluntarios encontraron casos de glaucoma, en muchos casos congénitos, y en otros, en adultos con presiones intraoculares altas que les llegaban a producir dolor. Por último, encontraron también pacientes con conjuntivitis no tratadas y Pterigion, que llegaban a invadir la córnea.
Según los resultados obtenidos en las revisiones ópticas realizadas a 560 pacientes, en general, y en materia de problemas visuales, la prevalencia de hipermetropía en Guinea Conakry es mayor que la de la miopía, "quizá porque allí no es tan necesaria la vista de cerca", según la experta. El astigmatismo no tiene una incidencia especial y, en general, los trastornos de los que se quejaban los pacientes eran la fotofobia y la sequedad ocular ligados directamente al clima.
El otro voluntario de la Ruta de la Luz, Marcelo García, ha afirmado que ayudar con el ejercicio de su profesión "le da sentido a la decisión de haber estudiado optometría, te sacude el alma, te hace sentir que estas más vivo que nunca, y que haces algo con el egoísmo más refinado y útil, que es el sentirse bien ayudando a los demás".