MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Alain Afflelou lanza su décima campaña de Protección Solar Infantil con el objetivo de concienciar del peligro de los efectos de la radiación UV en los ojos de los niños, ya que "cuanto más pequeño sea, más grandes son sus pupilas, por lo que la cantidad de luz que entra al ojo es mucho mayor, y es fundamental proteger los ojos de los niños desde bebés", según ha destacado la Óptico-Optometrista, Elvira Jiménez.
Hay que tener en cuenta que en España hay 300 días soleados al año en los que se expone la vista a la luz solar. Por ello, un 90 por ciento de radiación UV (UVA+UVB) llega los ojos y desde ese punto se expande a diferentes estructuras oculares, hasta la formación definitiva del cristalino. Por ello, todo lo que la córnea no filtra, termina pasando a la retina, lo que se traduce en que no proteger la vista de los pequeños de esta radiación puede causar efectos irreversibles que desembocan en patologías como fotoqueratitis, e incluso cataratas.
"La mayoría de los daños causados por la luz solar en la visión son crónicos, una vez que aparecen se convierten en permanentes, irreversibles e incapacitantes", ha añadido Jiménez.
CONSEJOS PARA LA PROTECCIÓN SOLAR
Desde la fundación aconsejan el uso de gafas y lentes con filtros UV, y gorras o viseras, para la protección de los más pequeños ante la radiación, y las monturas de pasta para que se ajusten a la cara del niño y no le hagan daño, además, es importante que la gafa cubra todo el ojo para que la luz no entre.
Además, no se recomienda exponer a los niños al sol en las primeras horas de la mañana ni en las últimas horas de la tarde sin unas gafas de sol homologadas, así como utilizar gafa de sol siempre, aunque el día este nublado.
En concreto, en la playa hay que tener especial cuidado ya que la arena blanca refleja hasta el 15 por ciento de la radiación solar, y es prevenir a los niños para que nunca miren directamente al sol.
Por último, la fundación recomienda no exponer directamente al sol a los menores de 12 años, pues tanto ellos como las personas mayores son más sensibles a los efectos de la radiación.