MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
La función cognitiva es un mejor indicador del impacto del envejecimiento en la economía que la distribución por edad, siendo la edad cronológica menos importante si la población es "funcionalmente" joven, según un estudio publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), que revela que uno de los indicadores estandarizados de la capacidad cognitiva -la memoria- es mejor en países donde los estándares de educación, nutrición y salud son generalmente más altos.
El envejecimiento de la población es motivo de preocupación para muchos países ya que, a menudo, se asume que el envejecimiento implica necesariamente un mayor costo para la sociedad en términos de cuidado de ancianos, enfermedades relacionadas con la edad, y la reducción de la capacidad de contribuir a la sociedad.
Sin embargo, esta investigación sugiere que los efectos del envejecimiento cronológico son desiguales entre las naciones y que algunos países, particularmente los más ricos -capaces de invertir en educación temprana y sostenida y en programas de salud- la función cognitiva y, por lo tanto, la capacidad de vivir vidas saludables y productivas, se mantienen por más tiempo.
"Los indicadores demográficos de las repercusiones económicas de una población que envejece normalmente se apoyan en la distribución por edad basada en la población, expresada como tasa de dependencia senil. Sin embargo, si bien esta medida es útil, no incluye información sobre las características individuales diferentes a la edad", afirma el autor principal Vegard Skirbekk, del Instituto Internacional para Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA).
Según Skirbekk, "la función cognitiva puede proporcionar una medida nueva y comparable de la forma en que una región o población envejece. Esta información puede ayudar a la intervención temprana en los sistemas de educación y salud con el fin de mejorar el rendimiento cognitivo y, en última instancia, reducir la carga del envejecimiento.
Por ejemplo, en el norte de Europa o Estados Unidos, donde hay una población relativamente grande que supera los 65 años de edad, la función cognitiva es más alta para este grupo de edad que en el mismo grupo de edad en México, India y China. En general, a pesar de que Europa y Estados Unidos son cronológicamente mayores, son "funcionalmente" jóvenes".
Los niveles de capacidad cognitiva son también buenos indicadores de la productividad individual, y esto tiene relación directa con las actividades económicas dentro de un país.
Los autores sugieren que la diferencia en la función cognitiva puede explicarse por el hecho de que las personas mayores, en algunas regiones del mundo, viven en mejores condiciones durante su infancia y vida adulta -incluyendo la nutrición, la duración y la calidad de la educación, la exposición a las enfermedades, y la actividad física y social.
El estudio incluyó encuestas a personas de más de cincuenta años de diferentes países, incluyendo Estados Unidos, México, India, Japón y toda Europa, tanto de zonas urbanas como de zonas rurales. Las encuestas midieron, entre otros parámetros, la memoria a corto plazo, que influye en la toma de decisiones y en el riesgo de padecer demencia.
Según los autores, el funcionamiento cognitivo en la edad avanzada puede ahora, por primera vez, servir como punto de referencia para evaluar el peso del envejecimiento en diferentes regiones.