Fumar después de la menopausia puede aumentar los niveles de hormonas sexuales asociadas con enfermedades

Tabaco, fumando
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 31 agosto 2011 20:31

MADRID 31 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un reciente estudio, que aparecerá publicado en la revista 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism' afirma que las mujeres posmenopáusicas que fuman tienen mayores niveles de andrógenos y estrógenos de las mujeres no fumadoras, siendo estos niveles de hormonas sexuales aun mayores en las fumadoras empedernidas.

Estudios anteriores han demostrado que los altos niveles de estrógenos y andrógenos son factores potenciales de riesgo de padecer cáncer de mama y de endometrio, así como diabetes tipo 2. El tabaquismo es un factor de riesgo bien establecido para enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes; pero los estudios realizados hasta ahora que han examinado la relación entre el tabaquismo y los niveles de hormonas sexuales arrojaron resultados inconsistentes.

Este nuevo estudio transversal en una muestra de población de mujeres posmenopáusicas sugiere que las hormonas sexuales pueden proporcionar un mecanismo plausible por el cual el tabaquismo influye en el riesgo de padecer enfermedades crónicas.

"El aumento observado en los niveles de las hormonas sexuales relacionado con el consumo de tabaco sugiere que el humo, además de sus efectos directos tóxicos y cancerígenos, también puede influir en el riesgo de sufrir enfermedades crónicas a través de mecanismos hormonales", explica Judith Brand del Centro Médico Universitario de Utrecht en los Países Bajos y autora principal del estudio. "La buena noticia es que el efecto del hábito de fumar parece reversible, se observó una reducción casi inmediata en los niveles de hormonas sexuales en las mujeres que dejaron de fumar".

En este estudio, los investigadores examinaron muestras de sangre de 2.030 mujeres posmenopáusicas de edades comprendidas entre los 55 y los 81 años. Las participantes del estudio fueron clasificadas en fumadoras habituales, ex-fumadoras y mujeres que nunca habían fumado, los investigadores observaron que, de las participantes del estudio, las fumadoras tenían mayores niveles circulantes de andrógenos y estrógenos, mientras que las mujeres que habían dejado de fumar dentro tenían niveles de hormonas sexuales similares a las de aquella que nunca habían fumado.

"Obviamente, dejar de fumar tiene beneficios para la salud, como la prevención de las enfermedades oncológicas, respiratorias y del corazón", afirma Brand, "además, nuestra investigación sugiere que dejar de fumar puede tener efectos adicionales debido a la modificación de las hormonas relacionadas con el riesgo de padecer enfermedades, aunque esto no fue objeto del presente estudio y requiere más investigación".