SEVILLA, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
El perfil de la persona que completa un programa de deshabituación tabáquica de un año de duración es el de un fumador con insuficiencia cardíaca, según revela un estudio realizado por neumólogos de la Unidad Médico Quirúrgica de Enfermedades Respiratorias del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Este trabajo, que se ha publicado recientemente en la Revista Española de Patología Torácica que edita Neumosur, pone así de manifiesto que la insuficiencia cardíaca es el "principal factor de motivación" para completar un tratamiento de deshabituación tabáquica.
Por detrás en ese grado de cumplimiento o adherencia al tratamiento se sitúan aquellos fumadores que registran valores elevados del test de fargerström, que mide la dependencia de la nicotina.
En el estudio se incluyó también como factor de cumplimiento la cantidad de nicotina en el cigarrillo, resultando ser el tercer factor determinante en el grado de cumplimiento de un programa, bajo la relación de que cuanto menor es el contenido en nicotina mayor es el grado de cumplimiento. En cuarto lugar, se sitúa como factor de éxito el recibir terapia con bupropion.
En concreto, el estudio se ha realizado en 1.681 personas que pasaron por la Unidad de Deshabituación Tabáquica del Virgen del Rocío durante cinco años (2000 a 2005), a los que se realizó una evaluación individual con recogida de los antecedentes personales, incluyendo médicos y psicológicos, así como diversos aspectos relacionados con el consumo de tabaco.
Según uno de los responsables de la investigación, el doctor López Campos, el objetivo de la investigación es mostrar el perfil del paciente que es capaz de completar un programa de deshabituación de 12 meses e identificar cuáles de ellos podrían beneficiarse de una estrategia de seguimiento más directa que mejorase la cumplimentación del programa.
Agrega que esta estrategia sólo puede llevarse a cabo en unidades especializadas en tabaquismo, ya sea en atención primaria o especializada, puesto que el tabaquismo "es una enfermedad con un abordaje complejo que requiere un seguimiento específico del paciente por parte de un equipo multidisciplinar".
"En la actualidad, sólo existen unidades especializadas de Tabaquismo en una minoría de hospitales andaluces, en general no suficientemente dotadas", ha lamentado en este sentido dicho especialista.
De hecho, los neumólogos señalan que cualquier inversión pública que se haga en la lucha contra el tabaquismo siempre será inferior a la que genera una enfermedad como la EPOC, atribuible en el 70 por ciento de los casos al tabaquismo, y cuyos costes sociales, laborales y sanitarios suponen 2.400 millones de euros al año, o lo que es lo mismo el dos por ciento presupuesto anual del Ministerio de Sanidad y Consumo y un 0,25 por ciento del PIB.
"Si hacemos mención a los gastos debidos a neoplasias de pulmón, boca, laringe o de vejiga, directamente relacionadas con el tabaco o aquellas otras cardiovasculares, el gasto es aún mayor y por tanto la inversión será aún mas costo-efectiva", ha advertido.
En Andalucía la población que requeriría una intervención específica en Tabaquismo por su alta dependencia oscilaría entre 42.000 y 102.000 pacientes, según el Documento de Consenso en Tabaquismo de Neumosur.