MADRID 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
A menudo se asocia el éxito a aspectos como tener mucha fuerza de voluntad o constancia para lograr tus objetivos, pero ahora dos psicólogos de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) han analizado este hecho y han concluido que existe un concepto erróneo del "autocontrol" y que es la consciencia de las cosas lo que predice más fiablemente el éxito.
"El éxito en la vida puede ser el resultado de emplear menos la fuerza de voluntad en el día a día y más el cálculo frío antes de caer en la tentación. Tal vez la meticulosidad no se explique por el ejercicio de la fuerza de voluntad, sino por evitar la necesidad de ejercerla en primer lugar", afirman los investigadores.
Según estos dos psicólogos, el campo de la ciencia psicológica tiene un problema con el concepto de autocontrol. Ha denominado al autocontrol tanto un "rasgo", es decir, una faceta clave de la personalidad que incluye atributos como la escrupulosidad, la determinación y la capacidad de tolerar la gratificación postergada, y como un "estado", una condición pasajera que puede describirse mejor como fuerza de voluntad. Estos dos conceptos están en desacuerdo entre sí y a menudo se confunden, informan los autores.
"El autocontrol es una cualidad muy valorada. Las personas que lo poseen en abundancia son celebradas y consideradas moralmente correctas", explican el profesor de psicología de la Universidad de Toronto, Michael Inzlicht, y el profesor de psicología de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Brent Roberts, en una reseña publicada en la revista Current Opinion in Psychology.
Muchos estudios concluyen que las personas que obtienen puntuaciones altas en diversas medidas de escrupulosidad obtienen mejores resultados académicos y económicos que sus pares y tienden a llevar una vida más saludable. Esto llevó a los psicólogos a combinar la fuerza de voluntad momentánea con otras características que hacen que las personas conscientes tengan éxito, señalan los investigadores.
"Dábamos por sentado que las personas muy conscientes simplemente utilizan su fuerza de voluntad con más frecuencia que sus pares menos conscientes, pero no es así. Las personas conscientes no se controlan más que los demás. De hecho, los estudios han demostrado que pasan menos tiempo reprimiendo sus deseos caprichosos. Esto fue una sorpresa cuando se descubrió hace más de una década", dice Roberts.
El énfasis equivocado en la fuerza de voluntad condujo a intervenciones diseñadas para aumentarla, con el objetivo de fortalecer también la conciencia. Este enfoque a veces produjo algunos resultados positivos a corto plazo, dijeron los investigadores, pero a largo plazo, esos cambios tienden a erosionarse.
"La gente suele volver a sus niveles básicos de fuerza de voluntad y conciencia. La fuerza de voluntad es generalmente frágil, poco fiable y débil", señala Inzlicht.
La ciencia sugiere firmemente que otros aspectos del "autocontrol del rasgo" tienen más probabilidades de contribuir a los beneficios de por vida asociados con este rasgo, apunta Inzlicht. "Quizás sea su laboriosidad o sus dotes organizativas, o tal vez sea su capacidad de perseverar en la consecución de un objetivo".
"Nos preguntamos si deberíamos abandonar el término 'autocontrol' cuando nos referimos a rasgos y, en su lugar, referirnos a la escrupulosidad", escriben los investigadores. "Consideremos el universo alternativo si hubiéramos elegido el nombre 'planificación' o 'consideración de las consecuencias futuras'".