PARIS, 18 Jul. (REUTERS/EP) -
Las personas que están en riesgo de desarrollar Alzheimer son dos veces más propensas a caerse que las personas sanas, por lo que la enfermedad podría detectarse mediante controles visuales, según varios estudios presentados en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer, en París (Francia).
Actualmente, los investigadores suelen usar controles cerebrales y pruebas de líquido espinal para detectar cambios relacionados con el Alzheimer, pero son caros e impracticables en términos generales, además de que ninguno de ellos ha sido aprobado para su uso rutinario. Por ello, los expertos están buscando otras pistas tempranas que ofrezcan evidencia de que la enfermedad está en desarrollo antes de que aparezcan los síntomas.
Un equipo de investigadores, liderado por Susan Stark, de la Washington University en St. Louis, ha observado que las caídas frecuentes podrían ser una señal de advertencia temprana del Alzheimer. Para comprobarlo, 125 personas se sometieron a controles cerebrales y facilitaron muestras de líquido espinal. Además, cada participante del estudio escribió un diario sobre cuántas veces se caía durante un período de ocho meses.
Con los resultados de estas pruebas, los investigadores hallaron que las personas cuyos controles cerebrales detectaban cambios presintomáticos de Alzheimer eran dos veces más propensas a caerse que las personas sanas. "Este es el primer estudio que evalúa las caídas en las fases preclínicas del Alzheimer", asegura Stark, quien añade que, además, el estudio "sugiere que las mayores tasas de caídas podrían darse al inicio de la enfermedad".
PRUEBA OCULAR PARA DETECTAR EL ALZHEIMER
En otro estudio, el investigador de la Organización Científica e Industrial de la Commonwealth, Shaun Frost, analizó si los cambios en la retina del ojo podrían usarse para detectar precozmente el Alzheimer.
El equipo de Frost reveló que el ancho de algunos vasos sanguíneos era significativamente diferente en las personas con signos tempranos de Alzheimer, en comparación con las personas sanas. Asimismo, los participantes del estudio que presentaban vasos sanguíneos anormales en sus ojos también tenían depósitos de una proteína relacionada con el Alzheimer, conocida como beta amiloide.
"Estos resultados indican una relación entre los cambios en la retina y la carga de placa acumulada en el cerebro", explica Frost. Así, el estudio sugiere que sería posible usar las pruebas de retina junto con otras pruebas de biomarcadores para detectar el Alzheimer precozmente.
Con estos resultados, aunque no hay tratamientos que puedan detener o retardar la enfermedad, los científicos creen que "saber cómo diagnosticar el Alzheimer antes de que surjan los síntomas será importante para cuando estén disponibles los nuevos fármacos".