PARÍS, 3 Ene. (Reuters/EP) -
Las autoridades sanitarias francesas están estudiando limitar la prescripción de anticonceptivos orales de tercera y cuarta generación, y dejar de rembolsar sus costes a partir de marzo, tras la denuncia de una ciudadana francesa a la compañía Bayer en la que alegaba los efectos dañinos que produjo una de sus píldoras.
Este hecho ha provocado que la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento (ANSM, por sus siglas en francés) haya puesto en marcha una investigación para repasar las prescripciones de los sanitarios, a los que se les ha aconsejado, por el momento, dejar de prescribir anticonceptivos de tercera y cuarta generación.
Pese a que todos los anticonceptivos orales están asociados a riesgo de coagulos en la sangre, algunos estudios sugieren que las últimas marcas, conocidas como píldoras de tercera y cuarta generación, entrañan más riesgo que sus precesoras.
Por su parte, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) señala que el riesgo de embolias y de coagulos en la sangre es dos veces mayor en mujeres que toman píldoras de tercera y cuarta generación que aquellas que ingieren el resto, aunque éste, por lo general, es bajo. Por su parte, el peligro de accidente cerebrovascular es el mismo en ambos casos.
El Ministerio de Sanidad de Francia ha señalado este miércoles que podría dejar de reembolsar los gastos de prescripción de píldoras a partir del 31 de marzo, tras conocer la demanda que Marion Larat, de 18 años, ha interpuesto a Bayer por un derrame que sufrió en 2006 a consecuencia, a su juicio, del anticonceptivo 'Meliana'.
Posteriormente, una investigación reveló que la píldora podría haber sido la responsable de este suceso, que provocó en la joven una parálisis parcial. Los abogados de Larat argumentan que Bayer debería haber retirado la píldora del mercado. La farmacéutica, por su parte, no ha querido realizar declaraciones al respecto.
Las autoridades sanitarias francesas han explicado que la nueva generación de píldoras reduce efectos secundarios de las versiones anteriores, como aumento de peso y acné, aunque solo debe ser prescrita por médicos especialistas. Actualmente ginecólogos, comadronas y enfermeras están autorizados para prescribir o renovar recetas.
Francia, que financia el importe total de las recetas de las píldoras anticonceptivas, está obligado a reducir un déficit de 8,6 millones de euros en su sistema de salud.