MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
La formación continua de nuevas células cerebrales en adultos podría servir para proporcionar al cerebro la misma clase de capacidad de aprendizaje que poseen los cerebros más jóvenes mientras que permiten la existencia de un circuito maduro para mantener la estabilidad, según un estudio dirigido por la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Neuron'.
En sus experimentos los investigadores utilizaron un virus para "etiquetar" de forma selectiva las nuevas células cerebrales con una proteína fluorescente del hipocampo, un centro cerebral esencial para el aprendizaje y la memoria, en ratones.
Los investigadores tras ello analizaron las propiedades electrofisiológicas de las nuevas neuronas en momentos diferentes después de su formación, un análisis que les permitió medir cómo de adaptable, o "plásticas", eran las células del cerebro.
Los científicos descubrieron que las nuevas neuronas adultas mostraron un patrón de plasticidad cambiante muy similar a la observada en las células cerebrales de animales recién nacidos. Las nuevas células cerebrales adultas mostraron un "periodo crítico" en el que eran muy plásticas antes de situarse en las condiciones menos plásticas de las células cerebrales maduras. En los animales recién nacidos, tal periodo crítico permite un importante y precoz proceso de creación de un circuito cerebral nuevo a través de la experiencia.
Además, el análisis molecular mostró que la plasticidad de las neuronas adultas nuevas dependía de la función de uno de los mismos tipos de receptores que está asociado con los procesos asociados al aprendizaje en los animales recién nacidos. Tales receptores reciben señales químicas, denominadas neurotransmisores, enviadas desde las neuronas vecinas para desencadenar un impulso nervioso en las neuronas receptoras. Las alteraciones sutiles en el número de receptores son los medios a través de los que las conexiones cerebrales establecen los mecanismos preferentes en el proceso de aprendizaje y memoria.
Los investigadores también observaron en las nuevas neuronas adultas evidencias de la misma clase de formación de nuevas conexiones que las que tienen lugar en los cerebros de los recién nacidos en el momento en e que crean nuevos mecanismos en respuesta a la experiencia.
Los autores concluyen que la neurogénesis adulta podría representar no sólo un mecanismo de reemplazo para las neuronas que se pierden sino un proceso de desarrollo en marcha que continuamente rejuvenece el sistema nervioso maduro al ofrecer una capacidad ampliada de plasticidad en respuesta a la experiencia a lo largo de la vida.