BARCELONA, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
El forense que realizó el informe sobre las circunstancias en las que murió una joven de 19 años con obesidad mórbida tras someterse a una reducción de estómago el pasado enero, explicó hoy al juez que instruye el caso que la muerte se debió a una 'mala praxis' del cirujano valenciano que, recomendado por la Policlínica Londres, la intervino en la clínica CIMA de Barcelona.
El médico forense dijo al juez que, ante los síntomas que indicaban que podía sufrir una hemorragia interna, el cirujano debió operar a la fallecida, Laura R.M., de 19 años y 109 kilos, a las 14.15 horas en lugar de esperar hasta las 17 horas, cuando la intervino, explicó el abogado de la familia y de El Defensor del Paciente, José Aznar.
El forense aseguró que el médico pudo haber confirmado o descartado el sangrado mediante la cámara interna insertada en el abdomen para colocar la banda gástrica en el estómago. La prueba hubiera permitido detectar la perforación de la vena cava inferior, que le causó la muerte.
Asimismo, el abogado destacó que la clínica CIMA, que alquiló los quirófanos del centro sanitario al cirujano, no disponía de la sangre suficiente para efectuar la transfusión que necesitaba la paciente. Este extremo fue desmentido por el director general de la clínica, Francesc Gabara, que aseguró a Europa Press que se administró a la paciente 16 bolsas de sangre y ocho de plasma.
La joven acudió a principios de diciembre a la Clínica Londres, tras ver unos anuncios de publicidad para el tratamiento de la obesidad. En la clínica le indicaron que la técnica de la banda gástrica "no tenía apenas riesgo" y, tras practicársele varias pruebas en diciembre, la fecha de la operación quedó concretada para el 11 de enero.
Según la hoja de anestesia de la operación, "la paciente permaneció en quirófano intubada en estado de extrema gravedad" sin que se efectuara "ninguna actuación por parte del médico", quien no volvió a intervenir a la joven hasta las 17 horas para detener la hemorragia.
La segunda operación, realizada con la ayuda de un cirujano vascular, finalizó a las 21.15 horas y la paciente falleció pocos minutos después de ser derivada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UVI) de la clínica.
El Juzgado de Instrucción número 30 de Barcelona abrió diligencias después de que la familia --que se ha personado como acusación particular-- presentara una denuncia contra el cirujano valenciano que intervino a la joven.
Además de la denuncia, la familia entregó las analíticas practicadas, el documento de consentimiento informado, la historia clínica y un artículo en un diario del médico en el que el doctor alega que este tipo de intervención "no tiene ningún riesgo".
La Fiscalía también presentó un escrito en el que solicitaba que se realizara un informe forense --la fallecida fue enterrada sin que se le practicara la autopsia--, para determinar si se produjeron irregularidades durante o después de la operación de cirugía estética.