MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Southampton (Reino Unido) que examinan las variaciones mundiales en la financiación de la investigación del cáncer afirman que hay una necesidad urgente de invertir más en los países de menores ingresos.
También revelan que la investigación en ciertos tratamientos necesita urgentemente más dinero, en particular la cirugía y la radioterapia, y que la inversión anual total en investigación ha disminuido en gran medida, a nivel mundial, desde 2016.
El estudio del equipo, que se publica en la revista 'The Lancet Oncology', muestra que la mayor parte de los ingresos por investigación se concentra en los países de altos ingresos, lo que dificulta que otros países sigan el ritmo de las exigencias que la enfermedad impone a sus sistemas de salud. La tasa de aumento de muchos tipos de cáncer es mayor en los países de bajos ingresos.
DESIGUALDAD EN LA INVERSIÓN
El doctor Michael Head de la Universidad de Southampton, autor principal de la investigación, explica: "A nivel mundial, el cáncer es responsable de una de cada cinco muertes. Las desigualdades en la inversión entre países y la escasa financiación para la investigación de ciertos tratamientos pueden generar un desequilibrio entre los tipos de cáncer que podemos combatir y las zonas del mundo que se benefician de ello. Es fundamental que entendamos cómo y dónde se asigna el dinero".
Los investigadores combinaron y examinaron dos conjuntos de datos separados que registraban la financiación pública y filantrópica (de 2016 a 2020 y de 2021 a 2023). Utilizaron aprendizaje automático, modelos de lenguaje de gran tamaño y análisis de expertos para analizar la asignación y distribución de subvenciones. Además de un panorama global, el equipo examinó la situación de la financiación en los 56 países de la Commonwealth.
El equipo identificó que, en total, se otorgaron 107.955 becas para la investigación del cáncer a nivel mundial durante el período de estudio, por un valor de 51.400 millones de dólares estadounidenses (44.000 millones de euros). De esta financiación total, EEUU aportó la mayor inversión, con 29.300 millones de dólares, el 57% (25.000 millones de euros).
En conjunto, la Commonwealth contribuyó con el 17%, siendo el Reino Unido el principal contribuyente con el 11% seguido de Australia con el 2,9% y Canadá con el 2,6%. Gran parte de estos fondos se reinvirtieron en estas naciones líderes y en menor medida en los países de bajos ingresos.
FONDOS MÍNIMOS PARA PAÍSES POBRES
A nivel mundial, los países de bajos ingresos recibieron una proporción ínfima de las becas de investigación oncológica, con un total de tan solo 8,4 millones de dólares (7,19 millones de euros), lo que equivale a menos del 0,1% del dinero otorgado durante el período de estudio.
Los investigadores señalan esto como un problema, ya que estos países soportan una alta carga de cáncer y las desigualdades limitan la posibilidad de que todos se beneficien del conocimiento sobre esta enfermedad.
Anbang Du, otro autor principal de la Universidad de Southampton, advierte: "A menos que aumentemos las inversiones específicas y desarrollemos la capacidad de investigación local, las desigualdades persistirán; si Estados Unidos reduce su financiación, esa brecha se ampliará aún más. Es crucial que grupos nacionales como la Commonwealth coordinen esfuerzos para movilizar fondos, establecer alianzas sostenidas y fortalecer la capacitación y la infraestructura para que los avances en la ciencia del cáncer beneficien a todos, en todas partes".
TRATAMIENTOS OLVIDADOS
De la financiación mundial, el 76 por ciento se destinó a investigación preclínica (ciencia de laboratorio), y todos los estudios con buena financiación se centraron en el cáncer de mama (10%), cáncer hematológico (9%) y los ensayos clínicos (7%).
Sin embargo, se encontró que la investigación en cirugía oncológica y radioterapia presentaba una financiación particularmente insuficiente, con un 1,7% y un 3,1%, respectivamente. Ambos tratamientos son esenciales para un amplio espectro de la atención oncológica, lo que ha llevado a los investigadores a abogar con firmeza por una mayor financiación en estas áreas.
Aparte de un fuerte aumento en 2021, la inversión mundial en investigación oncológica ha disminuido anualmente, y la Commonwealth ha seguido esta tendencia. La inversión de cinco países BRICS, entre ellos Rusia, India y China, aumentó hasta 2018, pero desde entonces ha disminuido. Sin embargo, la inversión de la UE ha aumentado desde 2021.