BOSTON, 15 Ene. (OTR/PRESS) -
Cada año, miles de mujeres se someten a tratamientos de fecundación in vitro (FIV) con la esperanza de contar con las mismas posibilidades de tener un hijo que cuando eran más jóvenes. Sin embargo, un nuevo estudio ha demostrado que esta práctica no consigue dar marcha atrás al reloj biológico y, por lo tanto, revertir los efectos del envejecimiento. Así, según un estudio elaborado por Harvard Medical School, mientras en las mujeres menores de 35 años infértiles, por motivos como el bloqueo de las trompas de Falopio o una endometriosis, sí que pueden conseguirse las mismas oportunidades que en mujeres sin problemas, la FIV no consigue contrarrestar la disminución de fecundidad que se produce en las mayores de 40 años.
"Aunque la FIV sea eficaz, no puede revertir los efectos del envejecimiento", explica Alan S. Penzias, director del estudio y miembro de Harvard Medical School. "No podemos revetir el reloj biológico", añade en declaraciones al Washington Post recogidas por otr/press.
Los investigadores estudiaron a 6.164 pacientes sometidos a 14.248 ciclos de fecundación in vitro entre 2000 y 2005. El porcentaje de efectividad después de seis ciclos fue del 72%, basándose en los análisis más optimistas que supone que los pacientes que no regresaron para el seguimiento de los ciclos de FIV tendrían la misma oportunidad de conseguir un embarazo que los que continuaron el tratamiento. En el análisis más pesimista, que no contempla embarazos entre los que no volvieron, la tasa de éxito es del 51%. Para el investigador Penzias, probablemente la tasa se encuentre entre estas dos cifras. Pero las investigaciones demuestran que esta tasa de éxito varía en función de la edad.
MÁS ÉXITO CUANTO MÁS JOVEN
Y es que el estudio, publicado el New England Journal of Medicine, encontró que mientras en las mujeres infértiles menores de 35 años sí que podrían darse las mismas oportunidades de tener un bebé que en las mujeres sin problemas de esas edad, no se puede contrarrestar la disminución de la fecundidad que se produce en las mujeres mayores de 40 años.
La razón es que mientras la FIV puede ayudar a las mujeres infértiles por problemas como las trompas de Falopio bloqueadas o endometriosis, no pueden contrarrestar los efectos del envejecimiento de la mujeres y de sus ovarios. En este caso, el único tratamiento disponible es utilizar óvulos donados por una mujer más joven.
"Es muy agradable ver que, entre las mujeres jóvenes, somos capaces de ponerles en el mismo nivel que sus semejantes fértiles. Para las mujeres de edad avanzada, podemos darlas oportunidades, pero no podemos regresar a sus treinta años", señala Penzia.
FALSAS EXPECTATIVAS
Además de proporcionar una estimación más precisa acerca de las posibilidades de quedarse embaraza tras someterse a una FIV, Penzias espera que el estudio ayude a disipar las falsas ideas sobre la fertilidad de las mujeres.
"Una de las cosas más tristes es que hay muchas mujeres que no son conscientes de que sufren un efecto de envehecimiento", explica Penzias. "Las mujeres se sienten saludables: puede ser capaces de correr el maratón de Boston; pueden estar en la cima de su carrera profesional. Pero mientras, su potencial de fertilidad va sufriendo un retroceso año a año. Esa tendencia no se puede revertir", asegura el investigador.
Más de 113.000 tratamientos de FIV se realizan en Estados Unidos cada año. Y este número aumenta constantemente, debido a que las mujeres retrasan la edad de embarazo debido a sus carreras profesionales y otras razones. Aproximadamente, el 10% de estos tratamientos se hacen en mujeres que superan los 40 años.
El procedimiento, que cuesta alrededor de 9.000 euros por intento, puede ser física y emocionalmente agotador. Y es que las mujeres se someten durante varias semanas a inyecciones de hormonas para estimular los ovarios y a veces deben someterse a un procedimiento quirúrgico doloroso. El proceso a menudo requiere varios ciclos, por lo que las pacientes viven en una permanente montaña rusa emocional, que este estudio pretende mitigar con información.
"Lo que los pacientes quieren saber es cual es la posibilidad de que el tratamiento de fertilización in vitro sea efectivo", explica Beth A, ayudante en la investigación. "Con este estudio hemos intentado darles la respuesta que necesitan".
Aunque es difícil que las clínicas informen de sus datos como lo ha hecho este estudio, Elizabeth Ginsburg, presidenta de la Society for Assisted Reproductive Technology, alabó la investigación realizada. "Es muy útil para dar una idea de las posibilidades de éxito a los pacientes que persisten en estos tratamientos", explica Ginsburg. "Esto les demuestra que si son mayores, deben bajar sus expectativas".