Sólo el 60 por ciento de hemofílicos reciben este tipo de tratamiento
MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Federación Española de Hemofilia (Fedhemo) pide a Sanidad, con motivo de la celebración del próximo domingo del Día Mundial de la Hemofilia, que los productos recombinantes sean reconocidos como terapias de primera línea en todas las comunidades autónomas.
"Perseguimos que en cualquier comunidad autónoma se formalice por escrito a través de la Administración Pública el compromiso para la utilización de productos recombinantes como tratamiento de primera elección", asegura el presidente de Fedhemo, José Antonio Muñoz Puche.
Y es que en España "sólo el 60 por ciento de los pacientes son tratados con terapias recombinantes", detalla Muñoz Puche. Una opción terapéutica más segura, ya que, como explica el jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, Javier García Frade, "con los productos procedentes de plasma humano no se puede asegurar el riesgo cero".
Los tratamientos con tecnología recombinante son una opción terapéutica que da un valor añadido en la seguridad frente a la incertidumbre de posibles virus emergentes o patógenos. Y además, ofrece otras ventajas asociadas, ya que en el futuro, "podrían permitir el desarrollo de factores hemofílicos de duración más larga que reduzcan el número de intervenciones terapéuticas", concreta García Frade.
FALTA DE EQUIDAD EN LA PROFILAXIS Y EL ABORDAJE INTEGRAL
Asimismo, el presidente de Fedhemo denuncia "la falta de equidad" entre comunidades autónomas en relación a la implantación de profilaxis como medida preventiva y a la atención multidisciplinar. En este sentido, Muñoz Puche recuerda que en España "sólo hay cuatro Unidades de Hemofilia".
Para que exista una Unidad de Hemofilia es necesario que el número de pacientes sea mayor de 150, una cifra difícil de alcanzar debido a la baja prevalencia de la enfermedad, que se sitúa entre 20 y 25 diagnósticos nuevos al año en toda España.
Estas cuatro unidades están situadas en las ciudades de Sevilla, Barcelona, Madrid y Valencia. En ellas se ofrece un tratamiento integral a los pacientes, basado en la atención multidisplicinar por parte, no sólo de hematólogos, sino también de psicólogos, fisioterapeutas, etc.
"Estos pacientes necesitan de un tratamiento integral, no sólo por parte del hematólogo, sino por todos los profesionales", afirma García Frade, que también es miembro de la Comisión Científica de la Real Fundación Victoria Eugenia.
El hematólogo advierte de que un paciente hemofílico puede enfrentarse a "complicaciones indeseables" derivadas, por ejemplo de una intervención quirúrgica o un tratamiento odontológico. "El abordaje integral es la forma de evitar estas complicaciones" y se tiene que conseguir "no sólo en los grandes hospitales de referencia de la hemofilia".
EL EJEMPLO DE GALICIA, VALENCIA, MURCIA Y CANTABRIA
En este sentido, el presidente de Fedhemo pone como ejemplo positivo la asistencia en las comunidades autónomas de Galicia, Valencia, Murcia y Cantabria, aunque advierte de que también "existen diferencias a nivel provincial".
Por otro lado, la profilaxis es para García Frade "un elemento fundamental", ya que al paciente "no sólo se le debe tratar el episodio hemorrágico, sino tratar de mantener el factor antihemofílico en niveles adecuados" para evitar, por ejemplo, daños en las articulaciones.
"La profilaxis es una inversión rentabilizada", añade Muñoz Puche, que recuerda que un paciente hemofílico bien tratado tendrá una mejor calidad de vida y podrá desarrollarse y aportar beneficios a la sociedad como cualquier otra persona.
La hemofilia es una enfermedad congénita y, en la mayoría de los casos, hereditaria, producida por el déficit de algunos de los factores de coagulación, fundamentalmente, los factores VIII y IX, que a su vez determinan los dos tipos de hemofilia más frecuente.
Existen dos tipos de hemofilia, la A y la B. El 85 por ciento de los pacientes padece Hemofilia A -o lo que es lo mismo, déficit del factor VIII- y el restante 15 por ciento padece Hemofilia B -en la que se ve afectado el factor IX. Se estima que en España hay alrededor de 3.000 personas afectadas por esta patología.